El
conjunto del Real Alcázar de Sevilla tiene su origen en la evolución que la
antigua Hispalis romana,
la Spali de
tiempo de los godos, experimentó durante la Alta Edad Media, cuando la ciudad
pasó a denominarse Ixbilia.
Y más concretamente a comienzos del siglo X, en el momento en que el Califa de
Córdoba Abderrahmán III an-Násir ordenó, en el 913, el levantamiento de un
nuevo recinto de gobierno, la Dar
al-Imara, en el flanco meridional de la ciudad, según los testimonios
más fidelignos. Antes la sede del poder omeya de al-Andalus estuvo dentro del
espacio de la ciudad bajo-imperial romana, no lejos de la mezquita aljama
hispalense, localizada en la actual Colegiata del Salvador. El espacio de poder
más característico de Sevilla se encontró ya ligado al puerto de la ciudad, la
sede más relevante de su actividad económica. El antiguo puerto de la ciudad,
en los terrenos de la actual Plaza del Triunfo, la Explanada de los Banu Jaldún
se llamaba entonces, fue desplazándose en dirección oeste hasta el curso
principal del Guadalquivir, mientras el brazo secundario que discurría desde la
actual Alameda de Hércules, atravesando por la calle Tetuán hasta la Plaza
Nueva, desaparecía como vía fluvial del espacio urbano. Menos en los
momentos en que las crecidas le devolvían su espacio.
Al
palacio de gobierno omeya del siglo X se añadiría posteriormente el Alcázar
Nuevo de los abbadíes, los gobernantes de Sevilla y su entorno durante el siglo
X. Este Palacio de al-Mubarak, el Bendito, fue ya el centro de la vida oficial
y literaria de la ciudad, con los poetas, como el soberano al-Mutamid, que
sentaron las bases de otras actividades humanas, y sus leyendas que
forman hoy parte de la historia de Sevilla. Posteriormente los almorávides
cerrarían el espacio de gobierno extendiéndolo hasta el Guadalquivir. Los
almohades, en el siglo XII, completarían las obras de época árabe con otras
edificaciones de las que todavía nos quedan restos que constituyen una muestra
única en el mundo. La Casa de la Contratación por ejemplo.
La
conquista castellana del territorio en 1248-49 dotó al Real Alcázar de la
condición que permanece hasta nuestros días: sede de la Corona y ámbito del
poder municipal de la ciudad. Se levantaron entonces, sobre las bases
anteriores, en una integración histórica de culturas que forma parte de la
misma esencia de Sevilla, palacios como el Gótico, en el que Alfonso X plasma
las concepciones del nuevo marco cultural en el que se ha integrado la ciudad.
El Palacio Mudéjar de Pedro I, a mitad del siglo XIV, hace aparecer de nuevo
antiguas concepciones mediterráneas en versión árabe, cuando al-Andalus ya era
una entidad dominada por la Corona de Castilla
A
este marco arquitectónico tienen que añadirse los elementos que dan vida al
Real Alcázar de Sevilla en cada momento: los nuevos usos de los espacios, los
jardines, el agua que aparece por todos los rincones, en una especie de
compensación al Guadalquivir al que se le fue quitando el espacio. Y los
colectivos y personas que le dieron vida a edificios y construcciones en cada momento y que poblaron el aire
que todavía sigue fluyendo desde la Puerta del León a la de la Alcoba, sobre el
arroyo Tagarete, oculto hoy en el paisaje que vio nacer el actual Real Alcázar
hace once siglos.
ENGLISH
The set of the Real Alcazar of Seville has its
origin in the evolution that the ancient Roman Hispalis, the Spali of time of
the Goths, experienced during the High Middle Ages, when the city was renamed
Ixbilia. And more specifically at the beginning of the tenth century, at the
time when the Caliph of Cordoba Abdurrahman III an-Násir ordered, in 913, the
lifting of a new government precinct, the Dar al-Imara, on the southern flank
of the city, according to the most faithful testimonies. Before the
headquarters of the Umayyad power of al-Andalus was within the space of the
Roman under-imperial city, not far from the aljama mosque of Seville, located
in the current Colegiata del Salvador. The most characteristic power space of
Seville was already linked to the port of the city, the most important site of
its economic activity. The old port of the city, on the grounds of the current
Plaza del Triunfo, the Esplanade de los Banu Jaldún was called then, was moving
westward to the main course of the Guadalquivir, while the secondary branch
that ran from the current Alameda de Hercules, crossing Tetuán Street to the
Plaza Nueva, disappeared as a waterway of the urban space. Less at times when
the floods returned their space.
To the Umayyad government palace of the tenth century would be added the New Alcázar of the abbadíes, the rulers of Seville and their surroundings during the 10th century. This Palace of al-Mubarak, the Blessed One, was already the center of official and literary life of the city, with the poets, like the sovereign al-Mutamid, who laid the foundations for other human activities, and their legends that are part of the history of Seville today. Later, the Almoravids would close the government space extending it to the Guadalquivir. The Almohads, in the twelfth century, completed the works of the Arab period with other buildings of which we still have remains that constitute a unique sample in the world. The House of Hiring for example.
The Castilian
conquest of the territory in 1248-49 gave the Royal Alcázar the status that
remains to this day: seat of the Crown and scope of municipal power in the
city. They arose then, on the previous bases, in a historical integration of
cultures that is part of the same essence of Seville, palaces like the Gothic
one, in which Alfonso X reflects the conceptions of the new cultural frame in
which the city has been integrated . The Mudéjar Palace of Pedro I, in the
middle of the 14th century, brings back old Mediterranean conceptions in Arabic
version, when al-Andalus was already an entity dominated by the Crown of
Castile
To this
architectural framework must be added the elements that give life to the Real
Alcázar of Seville at every moment: the new uses of the spaces, the gardens,
the water that appears in every corner, in a kind of compensation to the
Guadalquivir that is He was taking away the space. And the groups and people
who gave life to buildings and buildings in each moment and who populated the
air that still flows from the Lion's Gate to the Alcoba, over the Tagarete
stream, hidden today in the landscape that saw the birth of the current Real
Alcázar eleven centuries ago.
Moravian Guard
Pond of Mercury
Plane of the Royal Alcazares realized
by Sebastian van der Borcht towards 1759 with its gardens and its accessory
lodges. In this plan, we observe how the Patio and Cuarto del Yeso have been
modified, appearing divided into two different areas of the Alcazar. The 1K
that corresponds to the Inn of the Notary, and the 1C that is about the Inn of
the Doctor
Door of Marchena
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