AL BORES DE PRIMAVERA (Carteles
anunciando la Semana Santa y Feria de Sevilla)
De 1886 a 1927.
Durante mucho tiempo la Semana Santa
sevillana hubo de compartir con la Feria el cartel que año tras año difundía
estas festividades. Desde 1881, el Ayuntamiento sevillano he editado anualmente
un cartel propagandístico para difundir en la propia ciudad, en el resto del
territorio español y en el extranjero, las Fiestas de Primavera. Sin embargo,
hasta 1890 no apareció en el cartel un motivo relacionado con la Semana Santa;
fue dicho el cartel obra de José García Ramos y en él figuraba de gran tamaño
la figura de un nazareno, vestido de negro con cirio en la mano.
Esta primera referencia no quedó tipificada en adelante, porque hasta 1895 no vuelve a constatarse la iconografía de la Semana santa en el cartel, esta vez con un breve retazo que describe la salida del templo de un paso de Cristo acompañado de sus nazarenos.
La primera alusión a una imagen procesional concreta se efectúa en 1896 en un espléndido cartel de Francisco Narbona. Se trata de una representación de la imagen de Jesús del Gran Poder a la que se le dedica un reducido espacio en la parte superior izquierda. Sigue en años sucesivos constatándose la presencia de motivos iconográficos alusivos a la Semana Santa, basados generalmente en figuras de nazarenos desfilando y se llega al año 1900 en el que el autor del cartel, Gonzalo Bilbao, realizó una bella alegoría en la que contrapone la Sevilla profana de la Feria con la Sevilla religiosa de la Semana Santa a través de dos bellas figuras femeninas, una vestida de blanco alusiva al divertimento profano y la otra de negro referida al sentimiento religioso. Esta contraposición afortunada hizo escuela y logró configurar un tema que en años sucesivos se volvería a tratar de forma reiterada.
Desde principios del siglo XX se fueron editando carteles que generalmente mantuvieron un alto nivel creativo y esplendido resultado visual. Las alusiones a la Semana Santa siguieron personificándose a la presencia de nazarenos que se contraponen con bellas jóvenes con mantones y abanicos o con figuras de toreros.
Después, coincidiendo con etapas de marcado laicismo en la vida loca y nacional, se advierte la ausencia de temas de Semana Santa en el cartel y así puede comprobarse que de 1910 a 1925 no aparecen representaciones relacionadas con los desfiles procesionales, excepto en el cartel de 1913, obra de Gonzalo Bilbao en el que, de nuevo, pero con menor fortuna que en 1900, contrapone el espíritu de la Sevilla profana con la religiosa.
Grandes pintores fueron dejando por estos años prueba de su talento en magníficos carteles. Así a los nombres ya citados, añadiremos nombres como Honheleiter, Bacarisas y más tarde Juan Miguel Sánchez. Precisamente fue este último artista citado quien, en 1931, realizó el primer cartel de Fiestas de Primavera dedicado exclusivamente al tema religioso, prescindiendo en él de cualquiera iconografía profana. Se editó con el título de "Luz y Gracia de Sevilla" y mostraba una ejecución técnica excelente, con tintas planas y colores cálidos. La iconografía seleccionada por Juan Miguel Sánchez fue la del palio de la Macarena consiguiendo plasmar así el que sin duda es el mejor cartel de cuantos se han realizado a través del tiempo, con el tema de Semana Santa. Con este cartel se llegó a la culminación de todo proceso creativo, ya que nunca volvió a superarse, aunque en años sucesivos el autor creó más carteles para la Semana Santa, pero no logró superar este, que quedó para la Historia.
En las últimas décadas se constata una cierta reactivación merced al encargo que el Ayuntamiento hace a renombrados pintores locales, en las que se han creado algunos ejemplares notables, como es el realizado por Carmen Laffón en 1983, obra que refleja la delicadeza y exquisita sensibilidad de esta pintora.
Esta primera referencia no quedó tipificada en adelante, porque hasta 1895 no vuelve a constatarse la iconografía de la Semana santa en el cartel, esta vez con un breve retazo que describe la salida del templo de un paso de Cristo acompañado de sus nazarenos.
La primera alusión a una imagen procesional concreta se efectúa en 1896 en un espléndido cartel de Francisco Narbona. Se trata de una representación de la imagen de Jesús del Gran Poder a la que se le dedica un reducido espacio en la parte superior izquierda. Sigue en años sucesivos constatándose la presencia de motivos iconográficos alusivos a la Semana Santa, basados generalmente en figuras de nazarenos desfilando y se llega al año 1900 en el que el autor del cartel, Gonzalo Bilbao, realizó una bella alegoría en la que contrapone la Sevilla profana de la Feria con la Sevilla religiosa de la Semana Santa a través de dos bellas figuras femeninas, una vestida de blanco alusiva al divertimento profano y la otra de negro referida al sentimiento religioso. Esta contraposición afortunada hizo escuela y logró configurar un tema que en años sucesivos se volvería a tratar de forma reiterada.
Desde principios del siglo XX se fueron editando carteles que generalmente mantuvieron un alto nivel creativo y esplendido resultado visual. Las alusiones a la Semana Santa siguieron personificándose a la presencia de nazarenos que se contraponen con bellas jóvenes con mantones y abanicos o con figuras de toreros.
Después, coincidiendo con etapas de marcado laicismo en la vida loca y nacional, se advierte la ausencia de temas de Semana Santa en el cartel y así puede comprobarse que de 1910 a 1925 no aparecen representaciones relacionadas con los desfiles procesionales, excepto en el cartel de 1913, obra de Gonzalo Bilbao en el que, de nuevo, pero con menor fortuna que en 1900, contrapone el espíritu de la Sevilla profana con la religiosa.
Grandes pintores fueron dejando por estos años prueba de su talento en magníficos carteles. Así a los nombres ya citados, añadiremos nombres como Honheleiter, Bacarisas y más tarde Juan Miguel Sánchez. Precisamente fue este último artista citado quien, en 1931, realizó el primer cartel de Fiestas de Primavera dedicado exclusivamente al tema religioso, prescindiendo en él de cualquiera iconografía profana. Se editó con el título de "Luz y Gracia de Sevilla" y mostraba una ejecución técnica excelente, con tintas planas y colores cálidos. La iconografía seleccionada por Juan Miguel Sánchez fue la del palio de la Macarena consiguiendo plasmar así el que sin duda es el mejor cartel de cuantos se han realizado a través del tiempo, con el tema de Semana Santa. Con este cartel se llegó a la culminación de todo proceso creativo, ya que nunca volvió a superarse, aunque en años sucesivos el autor creó más carteles para la Semana Santa, pero no logró superar este, que quedó para la Historia.
En las últimas décadas se constata una cierta reactivación merced al encargo que el Ayuntamiento hace a renombrados pintores locales, en las que se han creado algunos ejemplares notables, como es el realizado por Carmen Laffón en 1983, obra que refleja la delicadeza y exquisita sensibilidad de esta pintora.
Fuente Regina Osta/ ABC Sevilla
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English
AL BORES DE PRIMAVERA (Posters announcing Holy Week and Seville Fair)
From 1886 to 1927.
For a long time the Holy Week in
Seville had to share with the Fair the poster that year after year spread these
festivities. Since 1881, the Sevillian City Council has published annually a
propaganda poster to spread in the city itself, in the rest of the Spanish
territory and abroad, the Spring Festival. However, until 1890 a motif related
to Holy Week did not appear on the poster; The poster was written by José
García Ramos and it contained a large figure of a Nazarene, dressed in black
with a candle in his hand. This first reference was not typified in the future,
because until 1895 the iconography of Holy Week in the poster was not confirmed
again, this time with a brief outline describing the exit of the temple from a
step of Christ accompanied by its Nazarenes.
The first allusion to a concrete
processional image is made in 1896 in a splendid poster by Francisco Narbona.
It is a representation of the image of Jesus of the Great Power to which a
small space in the upper left is dedicated. It continues in successive years
confirming the presence of iconographic motifs alluding to Holy Week, usually
based on figures of Nazarenes parading and arriving in 1900 in which the author
of the poster, Gonzalo Bilbao, made a beautiful allegory in which he contrasts
Seville profane of the Fair with the religious Seville of Holy Week through two
beautiful female figures, one dressed in white alluding to profane divertimento
and the other in black referring to religious sentiment. This fortunate
contrast made school and managed to configure a theme that in successive years
would be treated repeatedly.
From the beginning of the 20th
century posters were published that generally maintained a high creative level
and splendid visual result. The allusions to Holy Week continued to personify
the presence of Nazarenes who are opposed by beautiful young women with shawls
and fans or with figures of bullfighters.
Later, coinciding with marked
secularism stages in the local and national life, the absence of Holy Week
themes is noticed in the poster and thus it can be verified that from 1910 to
1925 there are no representations related to the processional parades, except
in the poster of 1913, the work of Gonzalo Bilbao in which, again, but with
less fortune than in 1900, he contrasts the spirit of profane Seville with the
religious one.
Great painters were leaving for
these years proof of their talent in magnificent posters. So to the names
already mentioned, we will add names like Honheleiter, Bacarisas and later Juan
Miguel Sánchez. It was precisely this last mentioned artist who, in 1931, made
the first poster of Spring Festival dedicated
exclusively to the religious theme, dispensing with any profane iconography. It was edited with the title "Luz y Gracia de Sevilla" and showed an excellent technical execution, with flat inks and warm colors. The iconography selected by Juan Miguel Sánchez was that of the Palio de la Macarena, thus capturing what is undoubtedly the best poster of how many have been made over time, with the theme of Holy Week. With this poster the culmination of all creative process was reached, since it was never again overcome, although in subsequent years the author created more posters for Holy Week, but he did not manage to overcome this, which remained for History. In the last decades a certain reactivation is verified thanks to the commission that the City Council makes to renowned local painters, in which some remarkable specimens have been created, such as the one made by Carmen Laffón in 1983, a work that reflects the delicacy and exquisite sensibility of this painter.
exclusively to the religious theme, dispensing with any profane iconography. It was edited with the title "Luz y Gracia de Sevilla" and showed an excellent technical execution, with flat inks and warm colors. The iconography selected by Juan Miguel Sánchez was that of the Palio de la Macarena, thus capturing what is undoubtedly the best poster of how many have been made over time, with the theme of Holy Week. With this poster the culmination of all creative process was reached, since it was never again overcome, although in subsequent years the author created more posters for Holy Week, but he did not manage to overcome this, which remained for History. In the last decades a certain reactivation is verified thanks to the commission that the City Council makes to renowned local painters, in which some remarkable specimens have been created, such as the one made by Carmen Laffón in 1983, a work that reflects the delicacy and exquisite sensibility of this painter.
Source Regina Osta / ABC Sevilla
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