viernes, 11 de mayo de 2018

SEVILLA, LA BOHEMIA QUE ENAMORA (embrujo 1)


LOS ORIGENES:
El origen de la antigua Híspalis romana es oscuro e incierto. Parece que debió ser un poblado tartesso, Ispal, instalado en el siglo VIII a.C. sobre una pequeña elevación del terreno a orillas del Guadalquivir. Hacia el 500 a.C., la civilización tartésica fue destruida por los cartagineses, que establecieron lazos comerciales con griegos y fenicios. Tras las Guerras Púnicas, durante el periodo de dominación romana, Híspalis fue un importante centro comercial y capital de la Bética romana. En el siglo III se produjo el martirio de las jóvenes alfareras Justa y Rufina, que más tarde fueron proclamadas patronas de la ciudad.
En tiempos de los visigodos, la ciudad se vio envuelta durante más de un siglo en continuas pugnas civiles entre cristianos y arrianos. Sobresalieron las figuras de San Leandro y San Isidoro, ambos obispos de la ciudad. En el año 712, la plaza fue conquistada por los árabes, que la llamaron Isbiliya, de donde procede su nombre actual. Durante el periodo del Califato, pasó a depender de Córdoba, siendo una de las ciudades más importantes de Al-Andalus. En esta época, Sevilla experimentó un gran auge en ciencias, artes y comercio. Pasó también por las manos de los almorávides, en el siglo XI, que la embellecieron y organizaron grandes empresas en la ciudad.
En Al Andalus (la España musulmana) Sevilla fue primero sede de una cora(Circunscripción administrativa de la España musulmana.
"al frente de cada cora se hallaba un gobernador nombrado por el califa")
 y después capital de un reino de taifas, que fue incorporado a la cristiana Castilla bajo Fernando III el Santo en 1248.
A partir de entonces Sevilla fue repoblada por cristianos de los reinos españoles (y también de otros lugares de Europa). Fue una de las ciudades con voto en Cortes y alojó en numerosas ocasiones la corte itinerante castellana. La Baja Edad Mediasituó a la ciudad, su puerto y su activa colonia de mercaderes genoveses en una posición periférica pero importante en el comercio internacional europeo.
Tras el descubrimiento de América, Sevilla se convirtió en el centro económico del Imperio español, al monopolizar el comercio transoceánico con la Casa de Contratación de Indias desde 1502. Esta prosperidad abrió a la ciudad al Siglo de Oro de las artes y las letras. La época de mayor esplendor artístico de la ciudad fue el barroco. El siglo XVII trajo consigo una disminución de la población por la epidemia de peste negra de 1649. En ese mismo siglo la navegación por el Guadalquivir se dificultó por la acumulación de sedimentos en el río y por el mayor tamaño de las embarcaciones. La mejora de las fortificaciones gaditanas trajo consigo que se decidiera trasladar la Casa de la Contratación de Indias a Cádiz en 1717.
La revitalización de la ciudad en el siglo XIX (industrialización, ferrocarril) coincidió con el romanticismo. En la Guerra Civil fue de las primeras ciudades tomadas por el "bando nacional". El siglo XX conformó urbanísticamente la ciudad actual gracias a la Exposición Iberoamericana de 1929 y a la Exposición Universal de 1992. Fue escogida como capital de la autonomía andaluza en 1981.





















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