domingo, 20 de mayo de 2018

PASEANDO POR SEVILLA. "Plaza Cristo de Burgos"


PLAZA DEL CRISTO DE BURGOS.
(Plaza Argüelles)

            Desde la Plaza de la Encarnación, continuando por la calle Imagen, a la izquierda encontramos la Iglesia de San Pedro y la plaza del mismo nombre, a la derecha dos grandes y centenarios ficus nos dan la bienvenida a la Plaza del Cristo de Burgos, por donde hoy os invito a transitar.
            Estamos en un lugar lleno de historia, antes de ser plaza, formó parte del barrio del Adarvejo o Morería.
            Mas tarde en 1620 se instala en ella la Real Fábrica de Tabacos de Sevilla,  la primera que se levanta en España, en 1758 la fábrica se traslada a la calle San Fernando (actual Universidad) y a mediados del XIX sus dependencias, después de haber tenido otras utilidades, se derriban para la construcción de la actual plaza.
            A lo largo de los años tuvo diversos nombres como “Mesón del Rey”, “Descalzos” o “Arguelles” entre otros, y a partir de 1950 se le denomina  Cristo de Burgos, por el titular de la cofradía con sede en la iglesia de San Pedro.
       
            Pero paseemos por ella, en el centro rodeado de bancos de forja, farolas, acacias, plátanos de sombra, y palmeras, se encuentra el monumento dedicado al gran guitarrista Manuel Serrapi Sánchez “Niño Ricardo”.                                                           
Se representa la figura del artista, con la mano derecha apoyada en una silla y la izquierda sosteniendo una guitarra, al fondo entre los árboles otros dos enormes ficus.
Vista la plaza, vamos a dar una vuelta por las calles que forman parte del barrio y desembocan en ella.
Una de las más interesante es la llamada calle Morería, que nos recuerda el Adarvejo o Morería, donde residieron los mudéjares (musulmanes en tierras cristianas que conservaban su religión y cultura). Hasta 1502 que los Reyes Católicos por intransigencia religiosa decretan, que se convierten al cristianismo como “moriscos” (cristiano nuevo o converso de moro), o serán expulsados del país.
Entramos en esta calle y en una bocacalle desigual y torcida, nos aguarda una grata sorpresa: ¡la casa donde nació nada menos que el gran pintor Velázquez!. En esta casa de dos plantas, bastante bien conservada, una muy pequeña placa de mármol, nos indica que fue la casa natal del pintor.
                                                                    


Es una casita llena de encanto, un zangúan con cancela de hierro nos da paso a un pequeño patio lleno de flores y plantas.
Diego de Silva y Velázquez cuyo genio y talento artístico se puede equiparar con los grandes pintores universales, en cualquier lugar del mundo esta casa sería un santuario a su memoria, aquí en nuestra olvidadiza ciudad pasa inadvertida.

Seguimos recorriendo la plaza hasta llegar a una calle peatonal, tranquila  y muy estrecha, de nombre “Descalzos” por el desaparecido Convento de los frailes Trinitarios Descalzos.
De esta calle lo que nos interesa contemplar es la torre de este antiguo convento, que se eleva sobre las viviendas circundantes.
Esta torre construida en 1.768 y conocida como Torre del Ajedrez, es única entre todas las de Sevilla, por los adornos tan singulares que posee.
                                                                    

La torre se culmina con una cúpula bulbosa, a imitación de los templos rusos, según la leyenda el fraile lego que la construyó, quiso recordar a su lejana tierra.
El campanario, aquí está la singularidad, está decorado con unas figuras de cerámicas blancas que semejan a las piezas del ajedrez, rey, reina y alfiles en el centro y en las esquinas los peones.
            Sobre esta torre hay otra curiosidad que creo digna de contarse: en los azulejos de las cuatro caras del campanario, se pusieron cuando su construcción, las letras M. J. C. y T. que al parecer se correspondían con las iniciales de cuatro de las puertas de la ciudad: Macarena, Jerez, Carmona y Triana, con estas letras que se divisaban de lejos, los monjes que no conocían la ciudad,  se orientaban para no perderse por ella.
            Desde la calle no he podido ver dichas letras, espero que algunos de ustedes las descubran.
           Al otro extremo de la plaza esta la   calle Dormitorio, que lleva este nombre porque a ella daba el dormitorio de los monjes trinitarios

Texto de Manuel Angel Taudin- Sevilla Vista a los 80
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