viernes, 16 de noviembre de 2018

REAL IGLESIA DE SANTA ANA, SEVILLA.







Real Iglesia de Santa Ana de Sevilla, es una histórica iglesia parroquial cuya construcción se inició a finales del siglo XIII. Se encuentra situada en el barrio de Triana, presentando fachada a las calles Vázquez de Leca, Pureza, Bernardo Guerra y Pelay Correa.

Comenzó a construirse en el año 1276, por orden del rey Alfonso X. Su origen se debe, según reza la inscripción de uno de sus muros, a la curación del monarca de una enfermedad que padecía en los ojos, mediante la intervención milagrosa de Santa Ana, madre de la Virgen María.

Tras la conquista de la ciudad, el rey Alfonso creó un pequeño pueblo a raíz de un núcleo de población que existía alrededor del Castillo de San Jorge. En ese barrio, conocido como Triana, se fundaría la parroquia de Santa Ana.

En un principio esta iglesia debió estar fortificada, ya que fue la primera que se levantó extramuros de la ciudad tras su reconquista, conservándose los característicos remates almenados sobre las cubiertas de sus terrazas.

La iglesia debió quedar terminada a principio del siglo XIV, cuando se colocó la inscripción mencionada anteriormente. Durante la primera mitad del mismo siglo se levantó la torre. A finales del siglo XIV se reedificó el templo, probablemente deteriorado por los daños ocasionados por el terremoto de 1355.

En el siglo XV se continúa el proceso constructivo, levantándose en la nave de la izquierda, la denominada Capilla del capitán Monte Bernardo constituida por dos tramos cubiertos con bóvedas estrelladas. A mediados del siglo XVI se erigió La Capilla Sacramental, más cercana a la cabecera y de planta cuadrada, y a principios del siglo XVII se acomete la Capilla Bautismal, también de planta cuadrada y cubierta con una bóveda semiesférica, en 1680 se cubre también la capilla Sacramental con una bóveda del mismo tipo.

El Terremoto de Lisboa de 1755 dañó seriamente el edificio, que fue remodelado por el arquitecto Pedro de Silva, momento en que se modificó sensiblemente la imagen de las portadas y la cabecera. Sobre el año 1920 se restaura la portada gótica de la nave de la izquierda, donde aparece al exterior una pequeña lápida de un antiguo cementerio parroquial, y en 1972 es objeto de una completa restauración que llevó a cabo el entonces arquitecto conservador de los Alcázares, Rafael Manzano, en la que hizo desaparecer la decoración interior de carácter barroco.

Bien de Interés Cultural, la Iglesia de Santa Ana de Sevilla está catalogada como Monumento en 1931. En el año 2010 se terminó la restauración del retablo de la iglesia, devolviéndole todo su esplendor.

La iglesia tiene tres portadas al exterior, la que mejor conserva su aspecto original es la lateral izquierda, correspondiente a la nave del evangelio, compuesta por un arco abocinado de forma ojival, con siete pares de columnillas rematadas con capiteles decorados con elementos vegetales, con sus correspondientes arquivoltas; la exterior acabada en una perfecta línea de puntas de diamantes más un baquetón en zig-zag. Toda la portada, realizada en piedra, se enmarca bajo un gablete apuntado sobre el que aparece el escudo de Castilla.

La portada de la nave de la epístola se encuentra muy reformada, está construida en ladrillo y se compone de tres arcos apuntados que arrancan de una imposta sin decoración alguna.

Torre

La torre se encuentra algo desplazada del cuerpo de la iglesia y puede fecharse hacia la primera mitad del siglo XIV, como prueban sus arcos polilobulados enmarcados en alfices. Es del tipo de torre mudéjar, rehecha en el siglo XVI. A partir de 1629, Martín Izquierdo, conforme a los diseños de Diego López Bueno, levantó el segundo cuerpo y un chapitel revestido con cerámica vidriada en colores blanco y azul. En el siglo XVIII se consolidan los cuerpos superiores y el chapitel, también afectados por el terremoto de Lisboa de 1755, adoptando la torre el aspecto barroco que permanece en la actualidad.

Es una iglesia con planta rectangular, sin crucero.

Cuenta con tres naves. La nave central es más alta y ancha que las laterales. . Las tres naves tienen un techo de forma ojival o de lanceta, muy usual en el gótico del siglo XIII. Esos techos tienen una serie de nervaduras que sostienen las bóvedas. Las columnas que sostienen los techos tienen en su parte superior ménsulas decoradas con cabezas humanas, leones, castillos y hojas de vid.

Toda la construcción de la iglesia se realiza en ladrillo, el material propio de la zona, quedando relegada la piedra solo a las nervaduras y a los arcos, a la portada, a las columnillas y a las ménsulas.

Retablo mayor


El retablo mayor, situado al final de la nave central, se adapta a la forma poligonal del ábside donde se encuentra, y es una magnífica obra en madera dorada realizada por los artistas Nufro Ortega y Nicolás Jurate compuesta por tres cuerpos y siete calles y ático.

En su composición interior contiene una colección de valiosas pinturas sobre tablas, obra de Pedro de Campaña, realizadas hacia el año 1557, e incluye en el centro de todo el conjunto una hornacina con las imágenes de su titular, santa Ana, con la Virgen y el Niño, obra de la segunda mitad del siglo XIII, restauradas a principios del siglo XVII por Francisco de Ocampo.

En el año 2010 se terminó la restauración del retablo de la iglesia, devolviéndole todo su esplendor. La intervención fue acometida durante dos años por el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico.

Retablo de la capilla colateral izquierda


El retablo fue realizado alrededor de 1710, por Miguel Franco. Se encuentra compuesto por banco, un cuerpo de tres calles divididas por columnas de carácter salomónico y ático. En la hornacina central se halla una imagen de la virgen del Rosario.

Capilla Sacramental


El retablo también fue realizado por Miguel Franco entre 1709 y 1713. En el centro del mismo se encuentra la imagen de una Inmaculada del siglo XVII. En la capilla cuelga un lienzo de la Resurrección, original de Alonso Vázquez.

Son muy numerosas las obras de arte que se guardan en este antiguo templo sevillano, repartido por sus distintas capillas interiores o simplemente distribuidas a lo largo de sus muros; un amplísimo patrimonio artístico que incluye obras de esculturas, pinturas, orfebrería y enseres litúrgicos en general.

De este extenso patrimonio se citan aquí algunas de sus piezas más relevantes. 

  • La Virgen de la Victoria, en la capilla del mismo nombre, una interesante talla de la Virgen que fue creada a principios del siglo XVI. Ante ella se hizo el 2 de agosto de 1519 el acto de entrega de banderas a las 5 naves y la toma de juramento a los 234 expedicionarios que salieron de Sevilla el 10 de agosto en la expedición que capitaneó Fernando de Magallanes para la primera vuelta al mundo. Y fue también la primera imagen ante la que se postraron el 9 de septiembre de 1522 Juan Sebastián Elcano y los otros 17 supervivientes que volvieron en la nao Victoria tras completar la gesta.

  • El Cristo del Socorro, talla de un Crucificado realizado en el año 1620 y que algunos atribuyen a Andrés de Ocampo. Preside el frente de la capilla del Calvario, en la cabecera de la nave de la Epístola, donde además se encuentra la pila bautismal, conocida como la "Pila de los Gitanos", una obra que fue donada por Luis Rodríguez de la Mezquita, e instalada en esta Real Parroquia en la víspera de Santa Ana del año 1499, según consta en la inscripción grabada en su borde.

  • Custodia procesional de asiento, cuya torre eucarística fue realizada por Andrés Osorio en 1726. La abultada peana con ornamentación froral es obra de Blas de Amat de finales del siglo XVIII. Realizada en plata blanca repujada y cincelada, mide 2,72 metros de alto la torre y 27 cms. más la peana. esta custodia ha sido restaurada en varias ocasiones, entre otras, en el año 1965 por Jesús Domínguez, en 1988 por Fernando Marmolejo, y en 2006 por Juan Borrero. Emblema de la Hermandad Sacramental y alma del Corpus Christi del barrio de Triana, tiene planta octogonal y está formado por distintos cuerpos: zócalo, dos cuerpos de altura y ático.

  • Insignia procesional, destaca entre otros enseres procesionales; es de forma cilíndrica, revestida de tela blanca y bordada en oro. Actualmente se expone en una de las capillas laterales de la nave de la Epístola de la iglesia, protegida tras una artística reja.





























VIDEO: Fondo musical "Nana de Santa Ana"

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