Lucien Levy fue un periodista del siglo XIX. Andalucía y Sevilla le fascinaron en su primer viaje en 1859 y según cuenta Yáñez Polo, volvió en 1882 y pasó bastante tiempo documentando la ciudad. La Fotografía con mayúscula lo sitúa como discípulo de Daguerre. Un siglo después -la historia supera escuelas- en sus fotografías lo que subyace es el relato de una época tratada con una sensibilidad periodística poderosa. No solamente recuperamos el tejido urbano de una ciudad, sino que la memoria histórica revive como eran las costumbres, como eran esos antepasados nuestros, tan lejanos y tan de cerca. A diferencia de otros fotógrafos de la época, sus imágenes muestran el palpito cotidiano de la vida a través de sus gentes. La panorámica elevada del puente de Triana de la fotografía se supone datada en el periodo de 1887 a 1889. Es un atardecer en el mes de Julio -banderolas de la Velá de Santa Ana- en un puente sin raíles de tranvía y con una gran actividad en los preparativos de la fiesta. Podría ser una foto actual si miramos los edificios que, relativamente, han cambiado poco. Sin embargo, la mirada se dirige de manera espontánea al bonito tranvía de mulas y desde aquí "caminamos" entre coches de caballos y carros con barriles mientras los curiosos miran desde el puente. Es otra época, aunque aquí los que se mueven , aunque un poco trepidados, salen en la foto.
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