sábado, 7 de septiembre de 2019

Escenas costumbristas,personajes entrañables.....



HELIODORO SANCHO CORBACHO

CARPETA: Escenas costumbristas, personajes entrañables y/o anónimos

Ficha: Heliodoro Sancho Corbacho.

Esta presentación consta de 5 archivos



PROFESOR:  D. Heliodoro Sancho Corbacho

El 6 de febrero de 1930 los sevillanos desayunaban con una noticia de alcance. Un joven, ratón de biblioteca, había descubierto el contrato de la hechura de Jesús del Gran Poder. Era el hallazgo más importante de la historia de las cofradías y venía a confirmar lo que poco tiempo antes ya se venía rumoreando: el Señor de Sevilla no era de Juan Martínez Montañés sino de su discípulo más aventajado: Juan de Mesa.

«El alumno de la Facultad de Filosofía y Letras y colaborador del Laboratorio de Arte D. Heliodoro Sancho Corbacho ha encontrado en el Archivo de Protocolos Notariales de esta ciudad una interesantísima escritura, por la que se demuestra que la maravillosa imagen del Señor del Gran Poder, la más venerada por los sevillanos, fue ejecutada por el escultor Juan de Mesa. Sin perjuicio de ampliar muy pronto información tan interesante, anticipamos la presente noticia, que viene a confirmar, de un modo incontrovertible, las suposiciones de los eruditos». Era una pequeña nota insertada en la portadilla de la sección de Andalucía de ABC, como si hubiera saltado la noticia a poco tiempo del cierre de la edición.

Al día siguiente, con todo lujo de detalles, apareció a página completa una información sobre el hallazgo, con dos fotografías: una en la que se veía al joven Heliodoro Sancho Corbacho con el legajo donde apareció el documento y otra con un detalle del mismo. La noticia recogía de forma literal la transcripción de la carta de pago y finiquito de Juan de Mesa por la hechura de las imágenes de Jesús del Gran Poder y San Juan Evangelista, para la hermandad de Nuestra Señora del Traspaso el 1 de octubre de 1620: «…dos mil reales de a treinta y quatro maravedís, cada uno, que yo obe de haber por las hechura de un Cristo con la cruz a cuestas y de un San Juan Evangelista que hice de madera de cedro y pino de Segura, de estatura el dicho Cristo de diez cuartas y media poco más de alto…».

Este joven investigador certificó la teoría que, en 1920, Adolfo Rodríguez apuntara sobre la hechura del Señor, además de otras imágenes como el Cristo de la Conversión y el de la Misericordia del convento de Santa Isabel.

Desde el descubrimiento del documento, se reescribió la Historia del Arte y de la Semana Santa, poniendo a Juan de Mesa en el lugar que le correspondía en la historia, pese a los 400 años que estuvo en un segundo plano, siempre a la sombra de su maestro Martínez Montañés.

Un día cualquiera en el archivo

Sancho Corbacho hizo realidad el sueño de cualquier investigador, descubrir un documento que cambie la historia. ¿Se imaginan que apareciera hoy en día el manuscrito que acreditara la hechura de la Esperanza Macarena o de la Virgen del Rocío? La repercusión sería sin precedentes. Entonces, en 1930, todo se veía de forma muy diferente y, aún así, la prensa de la época le dio una amplia cobertura al hallazgo.

El historiador Manuel Jesús Roldán recrea en su blog «El Almanaque de Sevilla» cómo viviría aquel día Heliodoro Sancho Corbacho, «un buen estudiante de Filosofía y Letras» que (sabía sacar el tiempo de donde no lo había. Y por eso era un buen investigador)

Así, como cualquier investigador, explica que «aquella mañana, como tantas otras, sacó su vieja carpeta y se dirigió hacia la calle Feria, junto al convento de Montesión. El viejo archivo de Protocolos Notariales le esperaba con todos sus documentos. La historia llena de polvo al alcance de sus manos. Como todos los días, el estudiante albergó la secreta esperanza de encontrar un documento que lo hiciera famoso. (…) Pidió un legajo del año 1620. Era el de un notario que todavía no había visto. (…) La lectura comenzó paciente: contratos, arrendamientos pagos… nada nuevo. Un día más sin novedades. Cuando ya la vista se le cansaba, su corazón palpitó de repente. Aquel papel parecía importante. Nervios y emoción. Leyó de forma rápida los formulismos habituales con aquella maldita letra y se fue a lo fundamental. No salía de su asombro. El papel, fechado en octubre de 1620 decía: “cobro dos mil reales por la hechura de un Cristo con la Cruz a cuestas y de un San Juan que hice de madera de cedro y de pino de segura de estatura el dicho Cristo de diez cuartas y media.” Un sudor frío recorrió la frente del investigador. La carta la firmaba un tal Juan de Mesa y el mayordomo de la hermandad del Traspaso. Aquel papel era importante. Contaba que un tal Juan de Mesa le había puesto rostro a Dios. Desde aquel día, toda Sevilla supo que Juan de Mesa había tallado al Gran Poder».

Lo volvió a hacer


Sancho Corbacho (1910-1985), maestro de inviestigadores, tiene en su currículum grandes descubrimientos como el del Gran Poder. Incluso, dos años antes de descubrir el contrato de Juan de Mesa para la realización del Señor de Sevilla, había hallado el del Cristo de la Buena Muerte, también del escultor cordobés.

Al igual que Mesa, estuvo relacionado con los jesuitas, en cuyo colegio de la calle Pajaritos fue profesor, así como del instituto San Isidoro, del Rodríguez Marín de Osuna y de la Universidad Laboral. Fundó en 1941 el colegio Alfonso X «El Sabio» y sólo la enfermedad le apartó de la actividad docente. Fue numerario de la Academia de Santa Isabel de Hungría. Tan importante fue su legado, que la ciudad le dedicó una calle en Sevilla Este.

También recibió el reconocimiento de ABC cuando descubrió el legajo en 1930, felicitándole efusivamente en sus páginas añadiendo que «en los archivos, abiertos a los modernos investigadores, duermen aún interesantes documentos que, al salir a la luz nuevamente, revelerarán interesantes detalles». Fue como una premonición porque, ese mismo año, Celestino López Martínez descubrió en el mismo Archivo de Protocolos Notariales el contrato de la hechura del Cristo del Amor, también por Juan de Mesa.

Fue Profesor de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría y de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Sevilla, realizó una inapreciable labor junto a Francisco Collantes de Terán Delorme y José Hernández Díaz con la publicación del Catálogo monumental y artístico de la provincia de Sevilla (1939-1955).

Realizó una importante investigación sobre los alarifes Florindo Chico de Fuentes de Andalucía.

Fue Concejal de Cultura del Ayuntamiento de Sevilla.



Fuente: Hemeroteca ABC/ Javier Macias






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