El
Cronómetro, mítica en Sevilla desde hace más de un siglo.
Lleva abierta en una de las
calles más importantes y conocidas de Sevilla (calle Sierpes) desde 1901.
El Cronómetro fue
fundado por Enrique Sanchís Cucart, valenciano con antecedentes relojeros y que
se dedicaba exclusivamente a los relojes de pared, ya que en ese momento todavía no existían los
relojes de muñeca.
Con el paso del tiempo, la relojería la fueron heredando de
generación en generación. Fueron cambiando los relojes de pared
por los de muñeca, y consiguiendo las mejores y más reconocidas marcas como
distribuidor oficial en Sevilla. Hasta que, actualmente, El Cronómetro está
regentado por la sexta generación, Carlos, Enrique Sanchís y su hijo Álvaro.
En solo tres años han convertido
la relojería en una moderna y elegante tienda. Han comenzado a meterse en el
mundo de la joyería con marcas como Pomellato, han abierto una nueva tienda en
la calle Rioja con marcas más asequibles y la única boutique exclusivamente Rolex en Sevilla a la
que además, por circunstancias de la vida, asistí a su inauguración
recientemente.
Pero, ¿sabéis qué es lo que más
me gusta de todo esto? Pues que siguen
manteniendo exactamente la misma fachada de la primitiva tienda,
con sus azulejos trianeros, la estructura de madera de caoba antigua y los
míticos relojes Longines que llevan dando la hora a Sevilla 114 años.
Lo mejor es que, aun habiendo
evolucionado muchísimo, sigue teniendo su esencia, su ambiente familiar y un
buen conocimiento y experiencia en este mundo ya que, empleados como Fernando, llevan allí toda su vida
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