El Real
Monasterio de San Clemente es
un monasterio de la Orden del Císter
situado en la ciudad española de Sevilla.
Fue fundado en 1248 por Fernando III el
Santo, que habiendo entrado sus tropas en la ciudad de Sevilla un 23 de
noviembre, festividad del pontífice San
Clemente, convino erigir un monasterio dedicado a dicho Papa. Por
tanto, este monasterio sevillano de más de setecientos cincuenta años de vida
se sitúa hasta el día de hoy en el mismo enclave desde su inicio. El Rey Santo,
decidió que la orden monástica del Císter femenino ocupara este nuevo
monasterio, debido probablemente a que en aquellos momentos esta era la orden
que aparecía más ligada a la familia real. La primera abadesa de la que existen
evidencias fue una señora llamada Gontrueda Ruiz de León, con la que
posiblemente se iniciara la vida de este cenobio femenino.
Este convento de importancia y
relevancia suficiente, siempre ligado a la Corona y al arzobispado, recibirá en
su claustro a las más importantes damas de la sociedad sevillana de los siglos
medievales. El monasterio terminó siendo escogido como panteón real por diversos miembros de la realeza.
A finales del siglo XVI se
realiza una ampliación en el monasterio, pues había que hacer una nueva iglesia
más acorde y suficiente en tamaño para el número de religiosas, de manera que
esta pudiera cubrir sus necesidades. Esta remodelación es indicador de la
importancia del monasterio, que no solo se observa relevante en los siglos
medievales, si no que también se mantiene así durante los siglos posteriores.
Arquitectónicamente
es un conjunto heterogéneo de edificaciones, construidas en diferentes épocas y
estilos, desde el siglo XVI al XVII.
En el monasterio se describen dos hechos diferenciables, las salas de
exposiciones y la iglesia.
A la iglesia se accede a través
de un extenso doble compás neoclásico con atrio porticado y recorrido por
naranjos, damas de noche y jazmines. La nave de la iglesia está cubierta por un
artesonado mudéjar, observándose también paramentos cubiertos
en su parte inferior por un conjunto de azulejería cerámica pintada.
El retablo
mayor de la Iglesia de San Clemente consta de sotobanco y banco,
dos pisos de tres calles y un ático. Levantado por los hermanos
Felipe y Gaspar de Ribas, puede considerarse como una de las mejores
creaciones barrocas sevillanas.
En un sepulcro de piedra
sencillo, cobijado por un arco en el lado del Evangelio de la iglesia, reposan
los restos mortales de la reina María de Portugal, esposa
de Alfonso XI de Castilla y madre de Pedro I
el Cruel.
En el lado de la epístola podemos
contemplar el espléndido retablo de San Juan Bautista que fue realizado
por Francisco de Ocampo y Felguera entre
los años 1606 y 1610. Las esculturas son de Gaspar Núñez Delgado, destacando el San Juan por su
maestría. Las pinturas y la policromía son obra de Francisco
Pacheco. El resto de los retablos de la Iglesia del Monasterio de San
Clemente, a excepción de uno dieciochesco, son
del siglo XVII.
La
riqueza artística que ostenta el convento se reparte entre relieves, lienzos,
pinturas, esculturas y motivos ornamentales de diversas épocas y artistas,
tales como Juan Martínez
Montañés, Gaspar Núñez
Delgado, Francisco
de Ocampo y Felguera, Francisco Pacheco, Valdés Leal, Lucas Valdés, Francisco de Paula Escribano o Lorenzo Barba Figueroa,
En el monasterio de
San Clemente se conserva una colección de privilegios reales otorgados por
diversos monarcas al monasterio, y entre los que destacan los siguientes, todos
ellos conservados en el archivo del monasterio:
·
Sevilla, 11 de enero de 1261. Alfonso X el Sabio concede al monasterio de San Clemente de Córdoba
una huerta situada en Córdoba que, posteriormente, pasaría a ser propiedad del
monasterio de San Clemente de Sevilla.
·
Sevilla, 10 de enero de 1284. Alfonso X el Sabio concede al monasterio de
San Clemente de Sevilla una serie de privilegios, exenciones y propiedades
territoriales.
·
Sevilla, 15 de agosto de 1284. Sancho IV de Castilla confirma el privilegio otorgado por su padre,
Alfonso X, al monasterio de San Clemente de Sevilla el 10 de enero de 1284, por
el que concedía al monasterio una serie de exenciones, privilegios y
propiedades.
·
Burgos, 13 de abril de 1304. Fernando IV de Castilla confirma los privilegios que Alfonso X y Sancho
IV habían concedido al monasterio de San Clemente de Sevilla, y al mismo tiempo
confirma el trueque de la propiedad de un olivar en Almensilla, que había sido donado al
monasterio por Alfonso X, por una propiedad situada en la Torre de Guadiamar,
municipio despoblado actualmente.
·
Sevilla, 25 de octubre de 1327. Alfonso XI de Castilla confirma un privilegio por el que su padre,
Fernando IV, concedía al monasterio de San Clemente de Sevilla la exención de
las tercias del pan, vino, terrazgos y ganados pertenecientes a la Corona.
·
Sevilla, 27 de octubre de 1327. Alfonso XI de Castilla confirma el privilegio que su padre, Fernando
IV, concedió al monasterio de San Clemente de Sevilla el 13 de agosto de 1310,
y por el que le confirmaba a dicho monasterio todas las mercedes y franquezas
otorgadas por sus predecesores en el trono
Un privilegio rodado, es privilegio el que se concedía antiguamente, y
después de la data se formaba una rueda, en cuyo centro se ponía el signo o
sello real y por tanto, se llamaba así por la rueda que en el medio tiene con
las armas reales y en el círculo interior va el nombre del rey y en el de
afuera el de su mayordomo mayor y a los lados los infantes.
María de Portugal (1313 - Évora, 18 de enero de 1357), infanta de Portugal, hija primogénita de los
reyes de Portugal, Alfonso IV el Bravo y Beatriz de Castilla, fue reina consorte por su matrimonio con Alfonso XI de Castilla, y señora de Guadalajara, Talavera y Olmedo.
Había
otorgado testamento en Valladolid el
8 de noviembre de 1351 y en él dispuso que su cadáver, revestido con el hábito
de Santa Clara, fuese enterrado en la Capilla Real de la
Catedral de Sevilla donde estaba sepultado su esposo, Alfonso XI, y
que si lo trasladasen, hiciesen lo propio con sus restos mortales.
Después
de su defunción, recibió sepultura en Évora,
hasta que en contra de sus deseos expresados en el testamento, sus restos
fueron trasladados al monasterio de San
Clemente de Sevilla. En 1371, el rey Enrique II dispuso que su padre
recibiera sepultura definitiva en la Real Colegiata de San
Hipólito en Córdoba y es probable
que al mismo tiempo, decidiera que la reina María, que había sido responsable
de la muerte de su madre Leonor, fuese enterrada en el Monasterio de San
Clemente en Sevilla.
«De esta manera se separaban definitivamente los que
en vida estuvieron poco unidos».
Sus
restos mortales reposan en un sepulcro de madera sencillo, decorado con escudos
heráldicos y cobijado por un arco en el lado del Evangelio de la iglesia
del monasterio de San
Clemente de Sevilla.
DOÑA
MARIA DE PORTUGAL
VIUDA
DE EL SEÑOR REY DON ALONSO XIº
MADRE
DE EL SEÑOR REY DON PEDRO.
CON
DOS TIERNOS INFANTES
Berenguela de Castilla .
(Sevilla, 6 de diciembre de 1253 - Guadalajara, 1300). Infanta de Castilla y señora de Guadalajara, fue hija del rey Alfonso X, rey de Castilla y de la reina Violante de Aragón.
Como hija primogénita, fue la heredera al trono hasta el nacimiento de
su hermano el infante Fernando de la Cerda. Sus abuelos fueron, por el lado paterno, Fernando III, rey de Castilla y León y su primera esposa, la reina Beatriz de Suabia y, por el lado
materno, Jaime I de Aragón y su esposa la reina Violante de Hungría.
Existe controversia sobre el
paradero de los restos mortales de la infanta Berenguela, pues hay tres lugares
en los que se supone que yace enterrada la hija primogénita de Alfonso X el
Sabio. En el Convento de Santa Clara de Toro, que fundó la infanta
Berenguela, se encuentra una urna de madera, sostenida en alto por tres leones,
en un lado de la capilla mayor de la iglesia.
No obstante todo lo
anterior, también se da por cierta la sepultura de la infanta Berenguela en
el Real monasterio de San
Clemente de Sevilla, donde se encuentra
sepultada la reina María de Portugal, esposa de Alfonso XI y madre de Pedro I, rey de Castilla
Beatriz de
Castilla
Fue sepultada en el Real
monasterio de San Clemente de Sevilla y tal y como había dispuesto en su
testamento. Sobre su tumba se halla colocada una lámpara del siglo XV que
durante años alumbró su sepultura.
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