PALACIO MARQUESES DE LA
ALGABA-CENTRO MUDEJAR
El Palacio de los Marqueses de la
Algaba, está considerado uno de los mejores exponentes del arte mudéjar civil
en la ciudad de Sevilla. Situado en Plaza
Calderón de la Barca, 1 - (detrás del Mercado de Abastos de la C/Feria)
Se trata de un palacio mudéjar incluido en la trama urbana que aún mantiene su
estructura organizativa. Se organizaba en torno al gran patio central, con
arquerías sobre columnas de mármol, ocupando la crujía de borde los salones y
dependencias del palacio. La crujía de fachada, con el apoyo de la galería de
acceso abierta al patio, situaba en sus flancos una torre, similar a una torre
defensiva que los señores construyeron en el pueblo de la Algaba y que aún se
conserva, y la portada principal gótico- mudéjar de excepcional interés. Esta
portada se desarrolla en dos cuerpos: el inferior, de sillares de piedra
enmarcada por un baquetón gótico y dintel adovelado, y el superior, sobre un
fondo de ladrillo agramilado y una franja de azulejos, se abre un ajimez en
alfiz con decoración cerámica y arcos lobulados y con un friso interior de
almocárabe de lacería, rellenando los huecos azulejos polícromos. Fue rehabilitado íntegramente
entre 1998 y 2002 por
la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento
de Sevilla, gracias al Plan Urban de fondos europeos.
Actualmente alberga en su interior la sede la Delegación de Participación
Ciudadana y desde Enero de 2013 alberga el Centro de Arte Mudéjar. Actualmente,
se exponen un conjunto de 111 piezas relacionadas con este estilo artístico,
entre las que destacan tinajas mudéjares, sellos, una pila bautismal, canes
polícromos del siglo XV paños de arrocabe , almizates, piñas de mocárabes de
madera , fragmentos de yeserías, azulejos y lápidas góticas.
HISTORIA:
Fue mandado construir en 1474 por Juan de Guzmán y Torres, I señor de La Algaba. En 1565 Felipe II convirtió ese
señorío en un marquesado. Aunque el edificio original era del siglo XV, gran
parte de la obra actual es del siglo XVI. A lo largo de su historia ha contado
con diversos propietarios. En el siglo XIX el edificio entró en un periodo de decadencia y fue
destinado a diferentes usos, entre 1844 y 1861 su planta baja fue el teatro
Hércules o teatro de la Feria con aforo para 300 espectadores, más tarde se
convirtió en casa de vecinos y cine de verano.
La portada principal es de gran interés y posee dos cuerpos: el inferior
construido con sillares de piedra, y el superior decorado con azulejos
polícromos. El interior se organiza en 2 plantas alrededor de un patio central
dispuesto sobre arquerías, las cuales estaban sostenidas por columnas de mármol
procedentes de Génova, la mayoría de las cuales no se han conservado.
Lateralmente puede verse una torre de estructura similar a la de la Torre de los Guzmanes situada en el
municipio de La Algaba. Destaca el
artesonado original de una de las salas de la planta baja,con dibujos
formados por elementos vegetales y escudos de armas, así como la grandiosa
escalera principal, que ha sido reconstruida minuciosamente.
Anteriormente existía un paso elevado o arquillo que comunicaba
directamente el palacio con la cercana iglesia de Omnium Sanctorum, pero fue derribado en el siglo XIX.
MUDEJAR: Mudéjar
es un término que deriva del árabe, de naturaleza despectiva, que se utiliza
para designar a los musulmanes que permanecieron viviendo en territorio
reconquistado por los cristianos, aunque segregados en barrios llamados
morerías y menos específicamente aljamas y bajo su control político, durante el
proceso de avance de los reinos cristianos hacia el sur, que se desarrolló a lo
largo de la Edad Media en la península ibérica.
Para la realización de este trabajo que consta de 4
capitulos, incluido este, hemos consultado y obtenido datos de los siguientes
sitio:
Fuente consultadas:
Instituto de la
Cultura y las Artes de Sevilla
Patrimoniumhispalense
Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico
Wikipedia
FOTOGRAMA DE ARRIBA:
AZULEJOS
HERALDICOS
Siglos XV y XVI
Con el objeto de difundir los emblemas de los
diferentes linajes, las nuevas técnicas de la cerámica esmaltada, la cuerda
seca y la arista, produjeron una gran variedad y cantidad de azulejos
heráldicos, al tiempo que el protagonismo de la aristocracia en Sevilla
aumentaba durante los siglos XV y XVI. Además de la nobleza relacionada con la
milicia fronteriza, se suma ahora el nuevo patriciado urbano que se había
enriquecido gracias a la mejor explotación del campo, del comercio y de otros
recursos. Ambos grupos privilegiados se caracterizan por los mismos gustos
artísticos: la tradición mudéjar, la exaltación de los emblemas y otros
símbolos del linaje, las novedades procedentes de Italia y un cierto afán por
la ostentación.
FOTOGRAMA DE ARRIBA:
Siglos XIV al XVII
Estos sellos pertenecieron a diferentes estamentos de
la sociedad sevillana. Al ser utilizados para certificar documentos y señalar
la propiedad de los objetos más diversos, reflejan el poder y la dignidad de su
dueño en diversos modelos y momentos. Fueron realizados en bronce con motivos
alusivos al poseedor, siendo algunos usados a modo de anillos que dejaban su
impronta sobre lacre. Destaca el perteneciente a la minoría judía, cuyos
miembros detentaron en ocasiones importantes parcelas de poder debido a la
relevancia de sus actividades económicas y que acabarán siendo relegados en
guetos cerrados y, a partir de 1492, definitivamente expulsados. Igualmente
están representadas varias órdenes religiosas, franciscanos, dominicos,
mercedarios y otras instituciones.
FOTOGRAMA DE ARRIBA
AZULEJOS MUDEJARES
Siglos XV y XVI
Pasados los
años inmediatos a la conquista, las técnicas mudéjares de decoración se
impusieron en una sociedad medieval mayoritariamente cristiana, debido a su
atractivo estético y funcional. Por ello, estos azulejos representan mejor que
otros objetos a la minoría mudéjar. Vinieron a sustituir los complejos
alicatados de los siglos XIV y XV al estar realizados con técnicas de ejecución
más rápida y rentable, la cuerda seca primero y la arista posteriormente. Aunque
mantienen las diferentes composiciones geométricas, las ruedas y estrellas de
lazo y otras variantes formales derivadas de la técnica del alicatado y de
otras fórmulas decorativas, ahora trasladadas a las placas cerámicas.
FOTOGRAMA DE ARIBA:
VIGA
POLICROMADA
Siglos XIV-XV
Cabeza de viga destinada al soporte de parte de una
armadura mudéjar que responde a la adaptación de las técnicas andalusíes al
programa constructivo gótico. Presenta perfil trilobulado, con ambos laterales delicadamente
pintados al temple donde roleos y palmetas se entrelazan junto a un ribeteado
negro y un silueteado en color blanco. Durante la restauración realizada partir
de 1881 en la iglesia de San Marcos se extrajeron estos canes, que tras el
incendio del templo en 1936 se convirtieron en las únicas piezas conservadas
que documentan la calidad artística de la armadura primitiva. La disposición y
la propia ornamentación son semejantes a la que presentan los canes de la
armadura de Santiago de Carmona.
FOTOGRAMA DE ARRIBA.
TINAJA
VIDRIADA.
Siglo XVI
En general, la tinaja es un objeto con escasa
evolución tipológica dada su probada funcionalidad como contenedor. Además, y
por otra parte, la continuidad de las formas cerámicas es también una muestra
más del conservadurismo formal de las técnicas mudéjares. Esta tinaja sigue
pues esa tradición y está vidriada parcialmente al exterior en verde para
hacerla impermeable y con vidrío melado interior. Muestra una decoración
realizada con incisiones, a base de diseños geométricos y con una esquematizada
parrilla de San Lorenzo que nos indica claramente su filiación mudéjar.
FOTOGRAMA DE ARRIBA.
ALICATADO DE SOLERIA
Finales Siglo XV
La técnica del alicatado,
evolución del mosaico clásico, se desarrolló en España como ornamentación para
cubrir los zócalos y pavimentos a partir de pequeños trozos de losetas cortadas
con alicates y martillos de corte. Durante los siglos XIV y XV se produjeron
los mejores conjuntos en la Granada nazarí y en la Sevilla mudéjar. Estos
revestimientos permitían una magnífica resistencia a la humedad y al roce. Está
formado con estrellas de seis puntas en bizcocho alternando con hexágonos
vidriados en azul y procede de un fragmento de pavimento hallado en el convento
de Santa Clara de Sevilla.
FOTOGRAMA DE ARRIBA.
CAPITEL
GOTICO
Siglos XIV- XV
Debe ser el capitel de un pilar, baquetón o jamba, de
una portada gótica religiosa o civil, desmontada a finales del siglo XIX o
comienzos del XX. Presenta una decoración vegetal de tipo cardina tallada, muy
turgente y naturalista. Aunque teóricamente el capitel gótico fue perdiendo
importancia a medida que avanzaba el estilo en las grandes catedrales europeas,
en nuestro entorno, y especialmente en la arquitectura civil, se pueden
encontrar en fecha tardía ejemplares de gran volumetría y naturalismo como
ocurre en la misma portada del palacio del marqués de la Algaba o en el
presbiterio de San Lázaro.
FOTO DE ARRIBA.
CANTARO
PARA AGUA
Siglo XVI. Anterior a 1567
El cántaro ha sido el principal recipiente usado para
el transporte, almacenamiento y venta de agua potable en una ciudad en la que
siempre fue escasa. Seguramente al tener el sello de la Giralda, impreso en el
asa, se debe entender como medida de capacidad calibrada o como marca que
identificaría la procedencia del agua, la fuente del arzobispo. También podría
ser un cántaro perteneciente a la fábrica de la catedral y que sirviera para
abastecerla, para el servicio del templo o para los operarios de la
construcción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario