La ruptura del Puente de Barcas
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BELIGERANTES EN COMBATE
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Comandantes
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Fuerzas en combate
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Diversos historiadores que han escrito
la biografía de Fernando hacen referencia a este hecho con ligeras diferencias
entre sí. El historiador Javier A. Richard menciona que existía una cadena que
unía la Torre del Oro con la orilla opuesta y que esto impedía el acceso a la
ciudad por río, argumento bastante difundido. Más al norte de la Torre del Oro
se encontraba el Puente de Barcas, por el que se enviaban los suministros a la
ciudad. El puente de barcas, a su vez, tenía las barcas atadas entre sí con una
fuerte cadena. Richard también narra que reunidos el Consejo y a sugerencia de
Rui Pérez, un famoso marino de Avilés, Fernando ordenó al Almirante Bonifaz que
las dos naves más poderosas que tuviera fueran pertrechadas de piedras y tierra
para darles mayor peso y que se colocaran cuchillas de hierro en sus proas y
que fueran lanzadas desde el actual barrio de San Jerónimo (más al norte)
corriente abajo para que se dirigieran hacia el Puente de Barcas, para romper
la cadena que unía las barcas y cortar así el suministro a Sevilla. Estos
serían barcos de vela con una cruz roja en sus velas.
Sin embargo, esto plantea un problema,
ya que para colocar los barcos en San Jerónimo hay que remontar el río hasta
ese punto, y la supuesta cadena de la Torre del Oro y el Puente de Barcas lo
impiden. Por ello, el historiador experto en temas hispalenses José María de
Mena, Académico Correspondiente de la Real Academia de la Historia, dice que se
sacaron las dos naves del río y se remontaron por tierra sobre troncos de
árboles. Los barcos serían
lanzados río abajo aprovechando, además, vientos del noreste para darles más
impulso.
Aunque también cabe decir que De Mena
expone otra teoría. Esta consiste en que los buques entraron en el puerto de la
ciudad aprovechando un fuerte viento de poniente rompiendo la cadena que unía
la Torre del Oro con la orilla opuesta y, posteriormente, remontaron el río
hasta el Puente de Barcas rompiéndolo también.
Entraran por el sur o por el norte, en
lo que hay consenso es en que el 3 de mayo partieron los buques para la
operación soportando en esta batalla el ataque con flechas de los moros. Un
buque iba dirigido por Ruí Pérez y el otro por el Almirante Bonifaz, que
mandaba la flota. El primer buque impactó contra el puente sin resultado, pero
el segundo, dirigido por el propio Bonifaz, logró partir la cadena y "fue
a dar de frente un tal golpe que se pasó clara de la otra parte". Con la ruptura
del puente de barcas se logró aislar Sevilla del Aljarafe.
El historiador del siglo XVII Diego
Ortiz de Zúñiga dice, en su obra Anales de Sevilla, que el puente
de barcas se encontraba donde se encuentra "en la actualidad", es
decir, junto al Castillo de San Jorge, y que junto a la Torre del Oro, más al
Sur, había "una gran cadena de maderos eslabonados con argollas de
hierro" que iban de la Torre del Oro a un "murallón" que había
en la orilla opuesta del que "todavía se conservan cimientos". Y que,
aunque de esa gran cadena no se habla en la Primera Crónica General,
"es menester creerlo de antiguas memorias en que se refiere".
Como premio por la hazaña Fernando III
entregó a Rui Pérez un escudo personal y municipal, que es el que hoy tienen
los descendientes de ese marino y que también es usado por el Ayuntamiento. A
Ramón de Bonifaz le entregó en el Repartimento de Sevilla unas casas que se
encuentran en la actual calle Placentines en su desembocadura con la calle
Alemanes, casas que son parte del Palacio Arzobispal.
Un fragmento de las cadenas se conserva
en la iglesia de parroquial de Santa María de la Asunción, en Laredo. Esta
acción, se rememora en los actuales escudos de Santander, de Cantabria, de
Laredo, de Avilés y de San Vicente de la Barquera. La heráldica muestra que las
cadenas fueron rotas frente a la Torre del Oro, aunque eso no se puede
demostrar.
En un texto medieval a Rui Pérez, que
algunos textos medievales llaman Rui González, se le dedicó la siguiente
poesía:
Entre los fechos que guarda la fama
de vos Rui González remembre el famoso
ca siendo imposible ganar Sevilla
teniendo su entrada por mar bien
guarnida
con una cadena de fierro crecida,
sulcando el navío el fierro rompiste.
La Reconquista de Sevilla tuvo lugar entre agosto de 1247 y el 23 de noviembre de 1248 por parte de las tropas cristianas de Fernando III de Castilla. La ciudad se encontraba bajo el dominio musulmán del caid Axataf.
Historia
En el Al-Ándalus del siglo XIII las dos ciudades principales eran Córdoba y Sevilla. Fernando III había tomado Córdoba en 1236 y Jaén en 1246. En ambas ciudades procedió a la expulsión de los musulmanes, cosa que también haría en Sevilla.
Fernando reunió en un Consejo a sus capitanes y a los maestres de las órdenes militares y decidieron dirigir sus esfuerzos hacia la ciudad de Sevilla, que tenía más de 7 kilómetros de murallas. Para tomarla tuvieron que ponerse de acuerdo con el rey de Aragón, Jaime I, y con el rey de Granada, Alhamar, reino que había acordado ser feudo de Castilla tras la toma de Jaén, y se decidieron las fronteras con los reinos de Valencia y Murcia. Todo el invierno de 1246 Don Fernando lo pasa en Jaén, habiendo dejado en Alcalá de Guadaíra a Don Rodrigo Álvarez y en el Aljarafe al maestre de la Orden de Santiago. Todo el verano lo dedica a hacer planes de guerra. Organiza un poderoso ejército, incomparable con cualquier otro de la Edad Media. Un centenar de generales y varios centenares de famosos caudillos. Entre los miembros de este ejército destacan: Don Pelay Correa, maestre de la Orden de Santiago, Don Fernando Ordóñez, maestre de la Orden de Calatrava, Don Pedro Yáñez, maestre de la Orden de Alcántara, Don Pedro Álvarez Avito, maestro de la Orden del Temple, Don Fernán Royz, maestre de la Orden de San Juan, López de Haro, el Almirante Ramón de Bonifaz, Alfonso Téllez, el infante Don Fadrique, el príncipe Don Alfonso y, junto a ellos, gran cantidad de nobles de Castilla y León y los concejos de ambos reinos. El obispo Jiménez de Rada realizó gestiones en Roma, obteniendo una bula de Cruzada del Papa Inocencio IV, en 1246, gracias a la cual España tuvo apoyo económico y militar de franceses, alemanes e italianos. El 15 de marzo de 1247 el Papa decretará otra bula por la cual las iglesias de Castilla y León deben aplicar las tercias de fábrica en los gastos de esta guerra.
Al ser Sevilla una ciudad con río navegable, Fernando hace venir a Jaén a Ramón Bonifaz, para ayudarse de una flota en la toma de la ciudad, al igual que había hecho eficazmente en la ciudad de Cartagena. Fernando III encargó esta flota al Almirante Ramón de Bonifaz, que armó los barcos y consiguió tripulación en Cantabria, en los puertos de Castro Urdiales, Laredo, San Vicente de la Barquera y en Santander. La flota también contó con los marinos vascos al mando de Diego López de Haro y gallegos al mando de Paio Gómez Charino. Reunió 13 naves, movidas a vela, y 5 galeras, movidas a remo. Bonifaz dispuso las dos naves más robustas para embestir el puente. Una era la Carceña, comandada por el propio Bonifaz, y estaba construida en Santander. La otra era la Rosa de Castro, estaba construida en Castro Urdiales y estaba comandada por Ruy González.
En la primavera de 1247 un contingente de distintas partes de la Península y de más allá de los Pirineos se va concentrando en Córdoba. Bonifaz bordea Portugal y el Algarve camino de Sevilla. El contingente, capitaneado por Fernando, parte de Córdoba, yendo en vanguardia las órdenes militares, que se irán apoderando de Lora del Río, Alcolea del Río, Reina, Constantina, Setefilla, Tocina, Guillena, Gerena y Cantillana. El monarca sufre tifus y se recupera algo en Guillena y la campaña continúa poniendo sitio a la fortaleza de Alcalá del Río, amurallada por el propio Axataf, que al saber perdida la plaza decidió abandonarla a su suerte dejando a su lugarteniente Abul-Hasan para que resistiera, cayendo ese mismo agosto en manos de los cristianos. Abul Hasan logró escapar con un grueso grupo de caballeros moros y se dirigió a Sevilla. El Consejo de Notables de Sevilla nombraría al joven Abu Nasan, hijo del príncipe almohade Abu Alí, como Jefe de los Creyentes, y por tanto jefe de las fuerzas civiles moras de ciudad. Este tomó la decisión de guarecer con soldados las torres y murallas y dirigir también contingentes al Castillo de Triana y al del Aznalfarache. Fernando continúa su serie de conquistas y tomará Alcalá de Guadaíra y destruyó todo lo que había fuera de las murallas de Carmona para facilitar la rendición de la villa, lo que favoreció que capitularan rápidamente. En otoño de 1247 el control cristiano de la ribera norte del río Guadalquivir era ya un hecho.
La flota del Almirante fue hasta Sanlúcar de Barrameda, donde venció a las naves musulmanas de benimerines que venían desde Tánger y Ceuta en auxilio de Sevilla. En esos combates la flota cristiana ganó tres galeras, ya que el resto o las hundieron o se dieron a la fuga. La flota remontó el río Guadalquivir haciendo escala en Coria del Río a mediados de agosto de 1247, al tiempo que los soldados de Fernando III tomaban el castillo de Alcalá del Río. El 17 de agosto parte Fernando en busca del Almirante y ambos se reúnen el 15 de agosto en el Vado de las Estacas, a dos kilómetros de Alcalá del Río. Al día siguiente la flota debe ser anclada, por orden de Fernando, a la altura de San Juan de Aznalfarache.
Antes de iniciar la toma de Sevilla era preciso tomar la cercana fortaleza de San Juan de Aznalfarache, cosa que el rey encargó al caballero de la Orden de Santiago Pelay Pérez Correa. Los santiaguistas, con el apoyo de las huestes del Rey de Granada y con el apoyo de la flota, lograron tomar la fortaleza, que además servía para proteger la curva del río a la altura de Tablada y, sin este enclave musulmán, los barcos cristianos eran ya libres de entrar hasta la propia ciudad de Sevilla que, de otro lado, también estaba debidamente fortificada y protegida, incluso en la parte del cauce de su río con la enorme Torre del Oro en una de sus orillas.
El asedio de Sevilla por parte de las tropas cristianas comenzó el 24 de agosto de 1247, momento en el que se corta el suministro de agua a la ciudad a través de los Caños de Carmona. Los castellanos levantaron campamentos alrededor de la ciudad: en Tablada (Fernando), en el Aznalfarache (maestre Santiago Pelay Correa), frente a la Puerta de la Macarena (Diego López de Haro), en el Prado de San Sebastián (Don Lorenzo de Figueroa y Don Garci Pérez de Vargas), cerca del Tagarete (el arzobispo de Santiago Don Arias) y en el Aljarafe (Aben Alhamar, Rey de Granada).
Para terminar con la flota de Bonifaz los musulmanes lanzaron un brulote cargado con fuego griego, pero la flota cristiana logró soportar el ataque y entró en el puerto de Sevilla, encontrándose con una flota musulmana de menor envergadura a la que también pudo derrotar. Después de sucedido esto es cuando llegó la noticia de la toma de Carmona.
Había frecuentes salidas de la caballería musulmana de Sevilla que provocaban el aprovisionamiento de los sitiados y, además, vigilar las 24 horas del día una ciudad tan grande era muy complicado. La ciudad amurallada tenía más de 300 hectáreas, 7.400 metros de murallas, 12 puertas y tres postigos. Era la ciudad más grande que había cercado jamás un contingente cristiano, mucho más grande que grandes villas de la época como Toledo, Córdoba o Valencia. Por esto, pidió que se hicieran expediciones de castigo a la Orden de Santiago por el Aljarafe y las haciendas de la ribera del Guadalquivir, que aún no habían sido sometidas y abastecían a Sevilla con gran ayuda del puente de barcas. Además, desde ese puente podrían entrar suministros desde el Reino de Niebla.
El puente de barcas se encontraba en el barrio de Triana (At-Troyana) de la ciudad. Las barcas que formaban el puente se encontraban amarradas con una fuerte cadena. Este puente estaba donde hoy está el puente de Triana, y que se encontraba junto al castillo de Gabir, una gran fortaleza, que fue reconstruida por los cristianos tras la toma de la ciudad y rebautizada como castillo de san Jorge. Los cristianos trataron de tomar sin éxito el castillo de San Jorge utilizando maquinaria de asedio.
La llegada a primeros de 1248 de Alfonso X el Sabio con Don Diego López de Haro, que venían de la reconquista de Murcia, con muchos hombres, caballos y milicias permitió a Fernando III estrechar el cerco y evitar el suministro de agua por los caños de Carmona. En la Macarena se establecieron las tropas del infante Enrique y las huestes de las órdenes de Calatrava y Alcántara, los caballeros Diego López V de Haro de Vizcaya y Rodríguez Bobes de Galicia. Fernando III avanzó por el Sur hasta la puerta de Jerez y la flota de Bonifaz avanzó también río arriba. La Orden de Santiago puso su campamento al Oeste del Guadalquivir para continuar acechando al Aljarafe. Sin embargo, la zona del puente de barcas, al oeste, y la zona noreste de la ciudad seguían sin un bloqueo efectivo.
Reconquista de Sevilla por
la parte Sureste en una maqueta del Museo Histórico Militar de Sevilla
Reconquista de Sevilla desde el Oeste, en una maqueta del Museo Histórico Militar de Sevilla
Reconquista de Sevilla desde el Este en una maqueta del Museo Histórico Militar de Sevilla
Axataf, caudillo moro, se arrodilla ante Fernando III y
le entrega en forma de símbolo la llave de la ciudad, en señal de vasallaje con la expresión
árabe en cúfico: «al-Amr kullu-hu li-Ll×h» (Todo el poder pertenece a
Dios), con la segunda palabra encabalgada al final de la primera
La lave de la Juderia que le
entrega la comunidad Hebrea a Fernando III: “La llave mayor es de plata sobredorada con anillo en estrella de ocho
puntas y en el vástago hay una inscripción en castellano. “Dios abrirá y el Rey
entrará”. Un dado que tiene grabados un navío y una galera en cada
frente, y un nudo esférico o bucelón decorado con castillos y leones. En la
orla del perfil, en hebreo, “El Rey de los Reyes abrirá, el Rey de la Tierra
entrará..
Avilés es
una ciudad y un concejo español situado en el Principado de Asturias en el
norte de la península ibérica, a ambas márgenes de la Ría de Avilés. En el año
2015, el concejo contaba con una población empadronada de 80 880
habitantes, siendo la tercera capital municipal en población de Asturias, en
número de habitantes. El concejo es uno de los veinte municipios agrupados que
forman el área metropolitana central de Asturias.
LAREDO. Una de las cuatro
villas de la Corona de Castilla, hay un tesoro olvidado al menos para la gran mayoría
de Sevillanos, que se custodia en la Iglesia Parroquial de Santa María de la
Asunción. Suspendida del Altar Mayor como si flotaran en el sosiego y el paso
de los años, se encuentra un tramo de las cadenas que amarraban los treces
bajeles del Puente de Barcas, tramo de cadena concedido por Gracia Real como
reconocimiento al valor de los guerreros laredanos en la toma de Sevilla.
Fuente: Sevillanadas
Escudo de Cantabria,
mostrando la ruptura de las cadenas de la Torre del Oro, representada como un
torreón
Cantabria es una comunidad autónoma española uniprovincial definida
como comunidad histórica en su Estatuto de Autonomía. Limita
al este con el País Vasco, al sur con Castilla y León, al oeste con el
Principado de Asturias y al norte con el mar Cantábrico. La ciudad de Santander
es su capital y localidad más poblada. Tiene una fuerte vinculación histórica
con el Ducado de Cantabria, las Asturias de Santillana, la Hermandad de las
Cuatro Villas, la provincia de los Nueve Valles y la provincia de Santander.
CASTILLA Y LEON: Recreación del estandarte de la corona de
Castilla y León, usando figuras al estilo (damasquinado) de la época de los
austrias, siglos XVI a XVIII. Diseño castillo y león derivado de los modelos de
maravedíes . El adorno sobre el leon se llama damasquinado, sin valor
emblemático, pero con cierta difusión en los siglos XVI y XVII. Cuando Fernando III, que ya era monarca de Castilla, heredó en el año 1230 la Corona de León, quiso simbolizar la unión de los dos reinos reuniendo las armerías castellanas y leonesas en un cuartelado por primera vez en la historia, concediendo a las castellanas el lugar preferente. Su objetivo fue contar con una señal que reflejara una unión indivisible de reinos, frente al carácter transitorio de los escudos partidos o secundario de las borduras. Esta fórmula muy difundida en la heráldica de diferentes países, pronto fue seguida con éxito en toda Europa y ya a mediados del siglo XII se adoptaron cuartelados en la heráldica de los monarcas de Aragón-Sicilia, Brabante y durante el siglo siguiente se sumaron, entre otros los de Inglaterra, Navarra y Bohemia
Laredo es
un municipio español de la parte oriental de la comunidad autónoma de
Cantabria, situado junto al mar Cantábrico. Capital de la Comarca de la Costa
Oriental, y como tal presta servicios a sus municipios adyacentes.
Bandera de la flota Benimerí: Bandera de guerra de las
dinastías wattásida.
Benimerines, mariníes, meriníes o merínidas (1244-1465) es el nombre castellanizado que reciben los Banu Marin, miembros de un Imperio de origen bereber zenata cuyo núcleo fundamental estaba en el norte del actual Marruecos. Durante los siglos XIII y XIV, los Benimerines también controlan, brevemente, algunas partes de Andalucía y de la zona este del Magreb. Surgieron tras la caída del Imperio almohade y fueron reemplazados por la dinastía wattásida
ESCUDO DE LA ORDEN DE CALATRAVA:
La Orden de
Calatrava es una orden militar y religiosa fundada en el Reino de
Castilla en
el siglo xii, en el año 1158, por el abad
Raimundo de Fitero, con el objetivo inicial de proteger la villa
de Calatrava,
ubicada cerca de la actual Ciudad Real. Pertenece al grupo de las órdenes cistercienses y, en la actualidad, únicamente tiene
carácter honorífico y nobiliario. D. Garcia fue su primer Gran Maestre.
Actualmente es una institución honorifica.
ORDEN DE MALTA:
La Soberana Orden
militar y hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta,(Ordo
Fratrum Hospitalis Sancti Ioannis Hierosolymitani) más conocida como la Orden
de Malta, es una orden religiosa católica fundada en Jerusalén en el siglo XI por
comerciantes amalfitanos. Nació dentro del marco de las cruzadas y desde un
principio, junto a su actividad hospitalaria, desarrolló acciones militares
contra los ejércitos musulmanes (inicialmente árabes, y más tarde también
turcos)
La Orden de Santiago es una orden religiosa y militar surgida en el siglo XII en el Reino de León. Debe su nombre al patrón de España, Santiago el Mayor. Su objetivo inicial era proteger a los peregrinos del Camino de Santiago y expulsar a los musulmanes de la península ibérica.
Escudo de Santander, mostrando la ruptura de las cadenas de la Torre del Oro
Santander es una ciudad situada en el norte de España, capital de la comunidad autónoma de Cantabria y, a su vez, del municipio homónimo. Con 171 951 habitantes (2017), es la urbe más poblada de la comunidad autónoma. Además, es la cabecera del área metropolitana de Santander, una conurbación de más de 300 000 habitantes que se extiende alrededor de la bahía de Santander. Es la capital de provincia y también la capital de comunidad autónoma más septentrional de España y una de las ciudades más importantes del norte del país. El municipio limita al norte con el mar Cantábrico, al Este con la bahía homónima, que lo rodea también por el sur junto al municipio de Camargo y al oeste limita con el municipio de Santa Cruz de Bezana. Su cota máxima, situada en Peñacastillo, es de 139 msnm y, su cota mínima se sitúa al nivel de mar.
SEVILLA ALMOHADE
Bandera Ciudad de Isbilya (1130-1269)
TEMPLE:
Orden de los Pobres
Compañeros de Cristo Caballeros del Templo de Salomón
Sello de los caballeros
templarios que muestra a dos miembros de la orden subidos en un solo caballo,
símbolo de su pobreza. También es visible: "Sigillum Militum Xpisti"
("Sello de los soldados de Cristo").
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