Manuel Real
"Realito" aprendió con La Campanera y debutó ante un escenario en el
desaparecido Teatro del Duque de Sevilla.
Realizó
distintas giras artísticas con un cuadro flamenco con el que protagonizó
importantes actuaciones, como las efectuadas en el palacio imperial de Rusia, o
en Londres o para el monarca español Alfonso XIII.
Desde joven
se dedicó a la enseñanza del baile flamenco en una academia particular de baile
que estuvo situada en una casa de la calle
Trajano, muy cerca
de la céntrica Alameda
de Hércules, en cuya
fachada aún se conserva la cerámica que la anunciaba.
Entre sus
alumnos estuvieron algunos nombres que luego fueron importantes figuras del
baile, como Antonio o Rosario, que juntos llegarían a bailar en la Exposición
Internacional de Lieja (Bélgica) en el año 1928 y en la Iberoamericana de Sevilla de 1929.
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