Alfonso y Victoria Eugenia se habían
conocido casi por casualidad en 1905, durante un viaje del joven Rey a
Inglaterra, organizado por la Corte para que conociera a la princesa Patricia,
candidata a futura reina. Pero el noviazgo no cuajó porque la joven ‘Patsy’,
hija del conde Connaught (séptimo hijo de la reina Victoria, Arthur) y de la
princesa Luisa de Prusia, ya estaba enamorada de un conde inglés.
El destino de Alfonso era otro. Así,
durante una comida en Buckigham Palace celebrada en su honor, quedó prendado de
una joven de delicada belleza rubia: ‘Cette belle princesse blonde’, la
definió.
Era Victoria Eugenia Eva Julia de
Battenberg, conocida familiarmente como ‘Ena’, la nieta pequeña de la Reina de Inglaterra,
su favorita, hija de la Infanta Beatriz y de su esposo Enrique de Battenberg.
Las
páginas de La Vanguardia daban fe del amor que unía los dos monarcas: ‘El
noviazgo duró apenas un año. Hasta su compromiso, el rey enviaba cada semana
una tarjeta postal a la princesa, ya que la moda de la temporada dictaba que
las jóvenes debían coleccionar postales’.
La princesa Victoria se ve obligada a
convertirse al catolicismo para contraer matrimonio con el Rey español
Victoria Eugenia
de Battenberg (Castillo de Balmoral, Aberdeenshire, Escocia, 24 de
octubre de 1887 - Lausana, Suiza, 15 de
abril de 1969) fue la reina consorte de España por su matrimonio con el rey Alfonso XIII.
Era nieta de la reina Victoria I del Reino Unido y bisabuela paterna del monarca
español Felipe VI. Nacida en el Castillo
de Balmoral (Escocia), era hija de Enrique
de Battenberg y de su esposa, la princesa
Beatriz, hija menor de la reina
Victoria del Reino Unido y del príncipe Alberto. Victoria recibió el nombre de sus dos abuelas y de su madrina, la
emperatriz Eugenia, viuda del emperador Napoleón III. Familiarmente era conocida como Ena, que es un nombre escocés
que significa Eva.
La princesa Ena creció en la Corte de la
reina Victoria. Pasó su infancia en el castillo de Windsor, en Balmoral y
en Osborne House en la Isla de Wight. Su padre murió en 1896 tras contraer
unas fiebres en África, cuando viajaba a
Costa de Oro (actual Ghana), para sofocar una
revuelta Ashanti, lo que supuso un
duro golpe para ella. Después de la muerte de la reina Victoria en 1901, los Battenberg fijaron su residencia en
el Palacio de Kensington en Londres.
En 1905, la princesa asistió
en el actual hôtel du Palais de Biarritz a una fiesta organizada por su
tío, Eduardo VII, dada en honor
de Alfonso XIII de España. El monarca español
empezó a cortejar a la joven a pesar de la oposición existente ante un posible
matrimonio.
La reina María
Cristina, madre de Alfonso XIII, no era partidaria de esta unión, dados los
orígenes de la línea Battenberg; en efecto, la abuela de Victoria Eugenia, la
condesa Julia de Hauke, madre de Enrique
Mauricio, era hija de un mercenario francés por lo cual,
Victoria Eugenia ostentaba únicamente el tratamiento de Alteza en el Reino Unido y Alteza Serenísima en Battenberg,
que la reina María Cristina consideraba de rango inferior. Por otra parte, los
antecedentes de hemofilia provenientes de
la rama de la familia de su abuela (Reina Victoria) tampoco agradaban a la
reina.
A pesar de todo, la Casa
Real de España anunció el 9 de marzo de 1906 el compromiso
matrimonial del rey Alfonso XIII y la princesa
Victoria Eugenia. La noticia preocupó a muchos españoles, ya que la novia
era anglicana y no tenía la
categoría de consorte real.
La princesa evitó el primer obstáculo al
convertirse al catolicismo. Celebró la ceremonia
de conversión el obispo de Nottingham en
el oratorio del palacio
de Miramar en la ciudad de San Sebastián. Su tío, el rey Eduardo VII, eliminó el
segundo obstáculo al darle el tratamiento de Alteza Real el 3 de abril de 1906.
El tratado matrimonial se firmó por duplicado en Londres, el 7 de mayo de 1906.3 El matrimonio tuvo lugar en la iglesia de San Jerónimo de Madrid el 31 de mayo de 1906, y la reina lució por
primera vez la Diadema de las lises.
Tras la ceremonia, el cortejo nupcial
que se dirigía de regreso al Palacio Real sufrió un
atentado perpetrado por Mateo Morral, que lanzó una bomba desde un balcón
hacia la carroza real, que rebotó en la capota plegada de ésta, matando a gran
cantidad de personas y a todo el tiro de caballerías. Tras este hecho, Victoria
se presentó ante los invitados a la boda en el Palacio Real con el vestido de
novia ensangrentado. Sus años en la corte de Madrid fueron complicados. A su
carácter reservado, propio de la rígida corte victoriana, se le unió su difícil
relación con la reina madre María
Cristina de Habsburgo-Lorena, que siempre mantuvo su autoridad sobre
la familia real y su influencia sobre el Rey. Cuando estalló la Primera Guerra Mundial en 1914, las diferencias
entre ambas se exaltaron, ya que la reina madre mostró su claro sentimiento
germanófilo, mientras que la Reina consorte mostró su apoyo hacia su primo, el
rey Jorge V del Reino Unido.
En cuanto a sus relaciones personales
con su esposo, Alfonso XIII siempre le recriminó la transmisión de la hemofilia
sobre sus hijos y herederos. Además la relación fue enfriándose y las
infidelidades del rey fueron convirtiéndose en cosa común en palacio. Victoria
Eugenia comenzó un aislamiento personal.
Descendencia
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario