La Hermandad de la Esperanza Macarena es una hermandad
de culto católico que tiene sede en la basílica de Santa María de la Esperanza
Macarena, en el distrito Macarena y barrio de San Gil de la ciudad de Sevilla, en la comunidad autónoma de Andalucía
(España);
su denominación completa y oficial es Real, Ilustre y Fervorosa Hermandad y
Cofradía de Nazarenos de Nuestra Señora del Santo Rosario, Nuestro Padre Jesús
de la Sentencia y María Santísima de la Esperanza Macarena.
Fue fundada en 1595
por el gremio de hortelanos de la ciudad en el desaparecido convento de San Basilio, y
trasladada en 1653
a la parroquia de San Gil. Finalmente, y
tras la construcción de su basílica en 1949, su sede fue
instaurada en ella. Realizó su primera salida procesional en 1615 y en la
actualidad realiza su estación de penitencia durante la madrugada
del Viernes
Santo con dos de sus tres advocaciones: el paso del misterio de Jesús de la Sentencia, acompañado
de la Centuria Romana de la Macarena, y el
palio de María Santísima de la Esperanza Macarena
en una procesión que se prolonga durante 14 horas y media, La gran devoción del
pueblo de Sevilla a María Santísima de la Esperanza Macarena
hace que esta hermandad tenga otras veinte hermandades
homónimas repartidas por diferentes puntos de las provincias españolas de Albacete, Alicante, Almería, Badajoz, Barcelona, Santa Cruz de Tenerife, Castellón, Ciudad Real, Madrid y Murcia, así como en Filipinas (Asia) y Miami (América),
destacando la Hermandad
del Gran Poder y Esperanza Macarena de Madrid, que siendo
fundada en 1940 es
la más antigua, por lo que se trata de una imagen de devoción universal por
traspasar fronteras.
En el año 1595
el gremio de hortelanos fundó la cofradía de Nuestra Señora de
la Esperanza y Hermandad de Penitencia en el desaparecido convento de San Basilio, ubicado
en el bario de Feria y perteneciente a la parroquia de Omnium Sanctorum,
siendo aprobadas sus primeras reglas el 24
de noviembre del citado año por Rodrigo de Castro Osorio, cardenal-arzobispo de Sevilla. En 1613 solicitaron a Gonzalo
de Campo, provisor general de la archidiócesis de Sevilla, realizar estación de penitencia, pero éste les
autorizó solo para procesionar detrás del Cristo de la Hermandad de la Humildad, hecho que
debió repetirse desde 1615
hasta 1622, aunque
llevando estandarte y vestimenta propios. Realizó su primera estación de
penitencia de manera independiente en la tarde del Viernes
Santo de 1624,
y en 1628 pasó a
instalarse en la madrugada del mismo día, concertando con el escultor Pedro Nieto Montañés en 1630 la ejecución de
un crucificado para incorporarlo a la procesión.
En el año 1653
la cofradía se trasladó a la parroquia de San Gil, fusionándose con
la cofradía de Nuestra Señora del Santo Rosario, que veneraba la Virgen del Rosario de la Macarena,
y un año más tarde añadió nuevos capítulos a sus reglas, agregando la
advocación de Jesús de la Sentencia, por lo que modificó su nombre,
pasando a ser Cofradía de la Sentencia de muerte que dieron a Cristo Nuestro
Redentor y Nuestra Señora de la Esperanza. El mismo año se encargó al
escultor Felipe Morales Nieto la ejecución de la imagen
de Jesús de la Sentencia, y de las siete imágenes secundarias del misterio.
Como acompañamiento del mismo se creó entre 1653 y 1657 la Centuria Romana de la Macarena,y ya en 1658
realizaba su estación de penitencia con los tres pasos: el Cristo de la
Sentencia, el crucificado y la Virgen de la Esperanza.
En 1659 se
ejecutó el proyecto para edificar una capilla propia en San Gil, cuya
adquisición se hizo efectiva mediante escritura otorgada el 13 de
julio de 1670.
El papa Inocencio XI concedió en 1684 el privilegio del
Jubileo de las Cuarenta Horas y
exposición del Santísimo Sacramento el día de la Invención de la Cruz al altar de la Virgen
de la Esperanza, y las obras de la capilla finalizaron en 1691. Entre los años 1681
y 1683 el escultor Cristóbal Pérez realizó un nuevo paso
para el Cristo de la Sentencia y reformó por completo el misterio, llamando la
atención por su opulencia, y en 1689 y 1690 se sustituyó el
paso de palio de la Virgen por uno con varales de plata, cielo de terciopelo
blanco bordado y peana de plata realizada por el orfebre Francisco de Godoy,
constituyendo uno de los más ricos de la ciudad en el momento. A finales de
siglo, se establecía por lo general la hora de salida de la hermandad a las
cuatro de la madrugada.
En 1936 el
templo fue incendiado, pero las imágenes que se albergaban en su interior se
salvaron de las llamas por haber sido previamente trasladadas en secreto por un
grupo de hermanos a distintos lugares.
En 1949 se
trasladó definitivamente a su templo, que tiene categoría de basílica.
En 1964, La
Esperanza Macarena es coronada canónicamente en la Catedral de Sevilla el 31 de
mayo.
En 1989, La
Virgen fue trasladada a la Catedral para conmemorar el XXV aniversario de la
Coronación de La Macarena, teniendo lugar el 31 de mayo una Triunfal Salida
Extraordinaria hasta su Basílica.
En septiembre de 1995,
la Esperanza Macarena es trasladada hasta el Arco de La Macarena (donde había
preparado un altar especial) donde se ofició un pontifical por el IV Centenario
de la fundación de la Hermandad. Posteriormente, la Virgen realizó una salida
extraordinaria por las calles de si barrio.
En la madrugá del 18 de septiembre de 2010, la Santísima
Virgen fue trasladada sobre su paso (pero sin palio) hasta el Estadio Olímpico
de Sevilla para presidir en la mañana del día 19 el acto de Beatificación de Madre María de la Purísima. En la tarde
del día 19 se procedió a la solemne procesión extraordinaria de regreso en la
cual atravesó por primera vez el Río Guadalquivir y visitó por primera vez el
Hospital Virgen Macarena. Se calcula que esta fue la más multitudinaria
procesión que jamás ha habido en Sevilla.
En la tarde del 24 mayo de 2014 la Virgen realizó una salida desde su basílica
hasta la S.I. Catedral por el 50 Aniversario de su Coronación.
El 31 de mayo de 2014
realizó 3 procesiones extraordinarias, la primera (8:00) desde la S.I. Catedral
hasta la Plaza de España (Sevilla) para celebrar
una misa conmemorativa. La segunda fue acabada la misa (13:30), desde la Plaza de España (Sevilla) hasta el
Rectorado de la Universidad de la ciudad y, por último, esa misma tarde (18:00)
realizó la última salida desde la Universidad hasta la Basílica de La Macarena terminando a las
(7:30) del ya, 1 de junio.
El escudo o anagrama de la
hermandad está compuesto de dos escudetes de forma oval inclinados
que se unen en su vértice inferior. En el izquierdo, en campo de sinople aparecen
representados un ancla
(símbolo de la Esperanza) y un báculo de oro puestos en sotuer, cargado de
mitra del mismo metal, que representa a San
Gil Abad, en recuerdo de su pertenencia a dicha parroquia. El derecho
contiene el escudo de armas de la Casa Real
por gozar de título real, alternando castillos de oro en campo de gules, y leones de gules en campo de plata, con escusón de
la Casa de Borbón sin orla. Entre ambos en la parte superior se ubica el
anagrama mariano de azur, y sobre éste, coronando el todo, una corona real cerrada; pendiente de la corona,
desde 1793 bordea
el conjunto un rosario, en referencia a la unión de ambas
hermandades.
El estandarte,
que se convierte también en insignia,
está constituido por una bandera cuadrada de terciopelo
verde, recogida por un cordón con borlas de oro alrededor de un asta rematada en cruz; en la
parte central del mismo sostiene el escudo propio de la hermandad. También se
considera insignia la medalla de hermano, realizada en metal plateado que porta
en el anverso la figura de la Esperanza Macarena, mientras que en el reverso se
utiliza el escudo de la hermandad; lleva cordón trenzado de tres hilos de seda,
dos de ellos verdes y el restante dorado.
La hermandad tiene como lema la respuesta que Jesús dio a Pilato en el Pretorio,
cuando éste le preguntó por la verdad, a lo que Jesús respondió: «Yo soy la
Verdad», tal y como narran San Juan (18:28-40) y San Mateo (27:22) en sus respectivos evangelios
del Nuevo Testamento. Además, adquiere la frase de la Salve: «Esperanza
Nuestra, Salve» que es constante en el culto del Santo Rosario y su letanía.
El conjunto
escultórico de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia representa el juicio de
Jesús narrado por
San Mateo en su evangelio, que corresponde con la primera
estación de la Pasión de
Cristo. En el
misterio aparece Jesucristo maniatado en el momento en que un sanedrita judío publica su sentencia, en presencia de Poncio Pilato, que está sentado en un trono; su
mujer Claudia
Procula, tres soldados romanos, otro judío y un esclavo etíope que ofrece a Pilato la palangana en la que se lavó las manos.
La imagen de
Jesús fue realizada por Felipe
Morales Nieto en 1654, que fue restaurada en 1933, 1936, 1954, 1960, 1966 y 1984, y las potencias que luce están
realizadas en 1966 en oro de ley y adornadas con piedras preciosas. El resto de imágenes fueron realizadas por el
escultor sevillano Antonio Castillo Lastrucci en 1929, a excepción de un soldado romano
que fue realizado por Luis Álvarez
Duarte en 1978. Los ropajes del conjunto fueron restaurados en 1955 por Antonio
Eslava Rubio, quien
cambió los ropajes encolados por otros de tejido natural, mientras que los
rostros fueron intervenidos por Rafael Barbero en 1959.
El paso fue
realizado en 1955 por Rafael Fernández del Toro en estilo neobarroco y dorado por Calvo Camacho, aunque
también contiene trabajos de orfebrería en plata de ley, como las corazas y espadas de las
figuras realizadas por Manuel
Jiménez Almagro. Lleva
ángeles de Ortega Bru y relicarios de Fernando Marmolejo Camargo. Durante sus salidas es portado por cincuenta y
cuatro costaleros, y siempre adornado con claveles
rojos. En su estación de
penitencia es
acompañado de la Centuria Romana de la Macarena, conocida popularmente como los
«armaos», que visten uniformes diseñados por Rodríguez Ojeda; la banda
musical del paso es la Banda de Cornetas y Tambores de la Centuria, y la
vestimenta de los cofrades es capa de color crema, con antifaz de terciopelo morado y cíngulo morado y oro.
El segundo
paso de la hermandad alberga bajo palio a María Santísima de la Esperanza Macarena, una imagen de escultor anónimo del siglo XVII atribuida al taller de Pedro Roldán que fue coronada canónicamente en 1964, recibiendo la medalla de Oro de la ciudad en 1971. Fue restaurada en diversas ocasiones, la última
efectuada en 1978 por el profesor Francisco Arquillo. Posee corona de oro de ley enriquecida con
brillantes diseñada por Rodríguez Ojeda en 1913, y sus reconocidas mariquillas en el pecho,
conformando cinco rosas de esmeraldas que simbolizan los Siete Dolores padecidos
por la Virgen María, que fueron regalo del torero Joselito el Gallo y
representan uno de sus exornos más conocidos. En la cintura lleva la cruz pectoral de José María Bueno Monreal, cardenal-arzobispo de Sevilla, y una pluma de ave de
oro que los sevillanos regalaron al canónigo Juan Francisco Muñoz y Pabón; finalmente sostiene un manípulo en la mano derecha y un rosario en la izquierda.
El paso de
palio es de estilo neobarroco, y ha sido muy imitado
posteriormente. Posee toda la orfebrería en plata de ley, con candelabros de cola (1939) y peana (1941) de Bautista Lozano, y candelería de Seco Velasco (1955). Los varales son de Cayetano González y Bautista,
Landa y Fernández (1935-1936), y lleva dos miniaturas en plata representando a la Virgen del Pilar y a la Virgen de Guadalupe. Las bambalinas fueron bordadas en hilo de oro y
sedas de colores sobre terciopelo granate y malla de oro imitando el diseño de
las realizadas en 1908 por Rodríguez Ojeda, autor del
techo, y la Gloria representa las virtudes
teologales. Los
respiraderos son obra de Sobrinos de Caro (1943-1945) y el llamador fue realizado en
plata de ley por Seco Velasco (1955) representando al arcángel San
Miguel dando
muerte al dragón.
La imagen
dispone de tres mantos que alterna en sus salidas: el conocido «El Camaronero» realizado en terciopelo verde con
bordados en oro y malla del mismo metal, obra de Rodríguez Ojeda (1899-1900), otro de tisú verde bordado en
hilo de oro por el mismo autor (1930) y el manto de la coronación, realizado por Elena
Caro en 1964, que compagina con las diferentes sayas del ajuar. La
ornamentación floral del paso de palio son claveles blancos, sus nazarenos
visten igual que los del Señor, cambiando el morado por el verde, color de la
esperanza, y es acompañado de la Sociedad Filarmónica del Carmen de Salteras.
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