CONVENTO SAN LEANDRO, DESCRITO
BREVEMENTE POR LUIS CERNUDA.
«El portón. Los arcos. (Para un andaluz
la felicidad guarda siempre tras de un arco.) Los muros blancos del convento.
Los ventanillos ciegos bajo espesas rejas. Rechinaban los goznes mohosos, y un
vaho de humedad asaltaba al visitante adelantando sus pasos sobre la tierra
cubierta a trechos por la hierba, que manchaban de amarillo aquí y allá los
jaramagos. En la alberca el agua reflejaba el cielo y las ramas frondosas de
una acacia. Sobre los aleros cruzaban raudos los vencejos, ahogando su grito
entre las hendiduras del campanario.»
Fuente Hemeroteca ABC
.Cruz de Guia de la Hermandad de los Estudiantes por calle San Fernando
Cupula de Iglesia de El Salvador
1965 Luto y promesa de la "vieja" Cigarrera
Cuando a eso
de las diez de la noche del Jueves Santo de 1965, 15 de abril, la cruz de guía de la Hermandad del Señor de la Columna y
Azotes y María Santísima de la Victoria, vulgo Las
Cigarreras, pisaba el puente de San Telmo para
cruzar el río e ir en busca de la calle Juan Sebastián Elcano para hacer su
entrada en la recién bendecida capilla de la nueva fábrica de tabacos, y establecerse canónicamente en ese
moderno injerto hecho a Triana que es Los Remedios, la cofradía cerraba
un camino de cuatro siglos por templos de Sevilla. Desde
su fundación en 1563 en la iglesia de San
Benito de Calatrava hasta aquella noche de Jueves
Santo de hace medio siglo, la Hermandad de la Victoria fue penitente peregrina
por nueve sedes distintas, alguna ya desaparecida, para asentarse por fin en la
calle rotulada con el nombre de aquel navegante español, un vasco de Guetaria,
que al mando de 17 marineros en la nao Victoria, única que regresó de las cinco que partieron desde Sevilla el 10 de
agosto de 1519 con Fernando de Magallanes al frente, culminó la heroicidad de
dar la primera vuelta al mundo el 8 de septiembre de 1522, precisamente el día
de la festividad de la Virgen de la Victoria.
Hasta hace 50 años, la hermandad había radicado, además de su sede fundacional de San Benito
de Calatrava, en la iglesia conventual de la Santísima Trinidad, hoy basílica
de María Auxiliadora; la capilla de la Antigua, compás
de la iglesia de San Pablo el Real, hoy parroquia de la Magdalena, en la zona de la capilla de Montserrat; la iglesia de San Francisco de
Paula, hoy templo jesuita en la calle Jesús del Gran Poder; la desaparecida iglesia de San Miguel; la parroquia de San Pedro; varias veces en la iglesia de los Terceros, donde posee capilla propia desde 1674 y donde en el siglo XVIII comenzó
la vinculación con el personal de la fábrica de tabacos de San Pedro, la más
antigua del mundo, ubicada en la actual plaza de San Pedro; la iglesia de Santiago y desde 1904 la capilla del Real
Fábrica de Tabacos, hoy capilla universitaria.
Emplazada la
nueva sede de la fábrica tabaquera en el naciente barrio de Los Remedios en los
años 50 del siglo XX, y abandonado el monumental edificio de la calle San
Fernando, que sería reformado para allí establecerse la Universidad
Hispalense, la hermandad se vio azotada por la
incertidumbre ante la posibilidad de dejar su residencia canónica. La Hermandad
de los Estudiantes solicitó en 1956 su traslado
-culminado en 1966- a la capilla de la nueva sede universitaria, que compartiría
con la Hermandad de las Cigarreras. En 1960, no obstante, la junta de gobierno
cigarrera cursó petición oficial a Tabacalera para que gestionara la
construcción de una capilla en la nueva factoría de Los
Remedios, edificada entre los años 1963, el
del IV centenario fundacional de la Hermandad del Señor de la Columna y Azotes,
y 1965.
Aprobado el
traslado
Siendo
hermano mayor Fernando Hernández de Pablos, el cabildo general aprobó el 9 de febrero de 1965 el traslado a la nueva
sede, solicitándose a la autoridad eclesiástica hacerlo efectivo el Jueves
Santo de regreso de la estación de penitencia, petición que fue concedida el 3
de marzo siguiente. La nueva capilla fue bendecida el 10 de
abril, Sábado de Pasión, por el párroco de Los Remedios,
Otilio Ruiz Fernández, en presencia de las primeras autoridades civiles y
representaciones del Consejo de Cofradías, de las hermandades de Triana y de la
feligresía del Sagrario. El nuevo templo sólo fue bendecido con el fin de
acoger a la cofradía tras su estación de penitencia del Jueves Santo. La
consagración solemne se realizó en fecha posterior.
Aquella
tarde de Jueves Santo de 1965 fue de enorme emoción
en torno a la capilla de la dieciochesca Real
Fábrica de Tabacos. La Hermandad de las Cigarreras, vinculada a la Casa Real
desde el último tercio del siglo XIX, dejaba el templo que vio jurar como
hermano al Rey Alfonso XIII, a quien
tomó juramento el hoy beato cardenal Marcelo Spínola. El Monarca presidiría la
cofradía desde la plaza de San Francisco en 1906, repitiendo en 1930.
Pocos
minutos después de las cinco de la tarde de aquel 15 de abril, el
capataz Paco Quesada mandó la primera levantá del paso de
misterio, que ese año estuvo presidido por la imagen esculpida en 1602
por Amaro Vázquez y
recuperada en 1938 para sustituir a la realizada por Joaquín
Bilbao en 1916. En 1974 fue entronizado el actual
simulacro de Cristo, de Buiza. Por su
parte, el palio de la Virgen salió a las cinco y veinticinco. Tras él, dos
cigarreras enlutadas y descalzas hicieron el camino tras la Virgen. Tanto el
paso de Cristo como el de palio, éste a los sones de «Corpus
Christi», fueron vueltos entre palmerales y
verjas de hierro antiguo hacia la puerta por donde habían salido por última
vez.
Las
Cigarreras cerraba así un período que tuvo momentos de gozo y también de
incertidumbre. En Los Remedios, junto a la orilla derecha del río, abrió un
nuevo capítulo en su multisecular historia que a punto estuvo de clausurar en
el primer decenio del siglo XXI, tras el cierre de la
fábrica de tabacos de Sevilla, la que fue la más antigua del mundo y ya sólo es un recuerdo, una factoría que ya no respondía a
Tabacalera sino a Altadis. El terreno que ocupó el complejo industrial tendrá
otros usos, pero la capilla fue cedida por el Ayuntamiento a la hermandad. Las
Cigarreras continuarán así cruzando el puente cada Jueves Santo para seguir
eternamente encontrándose con Sevilla.
Fuente HEMEROTECAABC..
En la Judería de Sevilla, existían tres sinagogas; una, en el área de lo que hoy es Plaza de Santa Cruz, que después fue Parroquia y desapareció a principios del siglo XIX; otra, en el actual templo de Santa María la Blanca y la tercera, venía a ocupar parte de lo que hoy es Parroquia de San Bartolomé.
El 9 de enero de 1396, el rey Enrique III confiscó los
bienes de los judíos y las tres sinagogas, concediéndoselas a su Justicia Mayor, Don Diego López de Zúñiga y a su
Mayordomo, Don Juan Hurtado de Mendoza. Estas concesiones no llegaron a
efectuarse porque el Cabildo Secular se incautó de las mismas y se las entregó
al Cabildo Catedralicio, que dispuso que Santa Cruz y Santa María la Blanca
quedaran afectas a la Catedral de Sevilla como capillas y que la que en el
futuro sería la iglesia de San Bartolomé la única que continuara
como sinagoga.
La antigua sinagoga debió
levantarse donde hoy se encuentra el convento de las Salesas y al que los
antiguos llamaban de San Bartolomé el Viejo. Este convento, que ya existía
antes de la expulsión en el lugar, aparece en una concordia de fecha 15 de
Septiembre de 1410, entre el Cabildo de la Catedral de Sevilla y los
Beneficiados de la Iglesia de San Bartolomé y cuyo original se encuentra en los
Archivos Catedralicios.
Aproximadamente en el año 1470, la antigua Parroquia de San
Bartolomé el Viejo, se traslada a lo que era la sinagoga de
la Judería, próxima a la muralla de Sevilla y
situada entre la llamada Puerta de la Carne y la Puerta Carmona. En su
conversión a templo cristiano, se ejecutaron una serie de obras de adaptación y
agrandamiento, según consta en los documentos de la época. El templo reformado
se denominó San Bartolomé El Nuevo y se abrió al culto cristiano en 1490.
En 1779 la iglesia fue derribada. En su lugar se construyó
un nuevo templo en 1786, según planos de José Echamorro, que es el que se puede
contemplar en la actualidad.
Fuente: Camino de Sefarad
Las Reales Atarazanas estaban
especializadas en la construcción de galeras, las cuales jugaron un papel muy
importante en las luchas por el control del Estrecho de Gibraltar, asi como en
la participación Castellana en la guerra de los Cien Años. El complejo
consistía en un edificio de 17 naves junto a una gran explanada de arena que
llegaba hasta la orilla del rio Guadalquivir.
Fuente: Visitar Sevilla.
Las Atarazanas de
Sevilla se conservan actualmente en el Barrio del Arenal, constituyeron la
industria naval propiedad de la Corona de Castilla. Estuvieron operativas
durante los siglos XIII y XV. Atarazana es sinónimo de Astilleros.Lluvia y brumas tras el Puente
Los Armaos (Representación Centuria Romana), salen de la Basilica del Gran Poder, después de rendirle Honores.
LUNA DE SEVILLA
Luna sobre potencia del Calvario
Luna de Sevilla y Calvario
Grupo de mujeres en la Feria de Sevilla
No hay comentarios:
Publicar un comentario