La Avenida del Cid se encuentra formando el límite Norte entre el Distrito Sur y el Distrito Casco Antiguo de Sevilla.
Es la continuación de la Plaza de Don Juan de Austria -hoy día presidida por la fuente de las Cuatro Estaciones, y en el pasado por La Pasarela- situada al norte, y la Glorieta de San Diego, al sur. Muy cerca está el Parque de María Luisa.
Linda a poniente con el edificio de la Fábrica de Tabacos (actual Universidad de Sevilla), y al lado contrario con los Jardines del Prado de San Sebastián. En este lado destaca el Pabellón de Portugal, edificado para la Exposición Iberoamericana de 1929.
En el centro preside la avenida el monumento al Cid Campeador, estatua de bronce realizada por la escultora norteamericana Anna Hyatt Huntington, que lo regaló a la ciudad para la Exposición Iberoamericana de 1929.
El monumento al Cid Campeador de Sevilla es
una estatua sobre pedestal, ambos de grandes dimensiones, que tiene a la figura
de Rodrigo Díaz de Vivar "el Cid
Campeador", como protagonista, y que se encuentra situado en la Avenida
o Glorieta de El Cid de esta ciudad.
Esta colosal estatua en bronce fue donada a la ciudad de Sevilla por la
escultora Anna Huntington, esposa del hispanista y multimillonario Archer
Milton Huntington, fundador de la Hispanic Society of America de Nueva York,
que por aquellos años estuvo muy unido a la ciudad a través de las excavaciones
arqueológicas que se llevaban a cabo en Itálica.
Los responsables del ayuntamiento hispalense dudaron mucho sobre cuál sería el emplazamiento más apropiado para para su colocación, decantándose por este lugar, frente a la entrada a principal a la Exposición Iberoamericana, a partir de las indicaciones realizadas por el propio monarca Alfonso XIII.
El monumento fue inaugurado el día 22 de septiembre de 1927, siendo alcalde de la ciudad Nicolás Díaz Molero.
La figura del Cid aparece montado en su caballo Bavieca en actitud triunfante, sobre un alto pedestal de piedra de base rectangular diseño del arquitecto Vicente Traver y Tomás. Dicho pedestal tiene grabado en sus dos frentes mayores sendas leyendas.
En uno de los frentes se puede leer:
"SEVILLA / DORADA CORTE DEL REY POETA
MOTAMID / HOSPEDO A MIO CID EMBAJADOR / DE ALFONSO VI Y LE VIO VOLVER /
VICTORIOSO DEL REY DE GRANADA."
Y en el otro:
"EL CAMPEADOR / TERRIBLE CALAMIDAD PARA EL
ISLAM /FUE POR LA VIRIL FIRMEZA DE SU CARÁCTER / Y POR SU HERÓICA ENERGÍA UNO
DE LOS / GRANDES MILAGROS DEL CREADOR / BEN BASSAM."
Más conocida popularmente como "el caballo", esta estatua del Cid
es la primera de las siete esculturas ecuestres realizadas por su autora, Anna
Huntington, que la donó a la ciudad de Sevilla en 1927 con motivo de la
Exposición Iberoamericana que se celebraría dos años más tarde, en 1929La ubicación de la escultura no siempre estuvo clara. Según algunas fuentes, en un primer momento estuvo en la Plaza Virgen de los Reyes del Parque de María Luisa, siguiendo un planteamiento simbólico del Comité de la Exposición . A principios de diciembre de 1927, el Ayuntamiento encomienda al escultor Mariano Benlliure la búsqueda de un emplazamiento idóneo. La decisión dispuso el monumento en una rotonda que se crearía en la Glorieta de San Diego, justamente en la Avenida del Cid, rotulada así desde 1920 .
La ubicación de la escultura no siempre estuvo clara. Según algunas fuentes, en un primer momento estuvo en la Plaza Virgen de los Reyes del Parque de María Luisa, siguiendo un planteamiento simbólico del Comité de la Exposición . A principios de diciembre de 1927, el Ayuntamiento encomienda al escultor Mariano Benlliure la búsqueda de un emplazamiento idóneo. La decisión dispuso el monumento en una rotonda que se crearía en la Glorieta de San Diego, justamente en la Avenida del Cid, rotulada así desde 1920 .
Justo un año después, en diciembre de 1928, la figura de bronce queda definitivamente colocada sobre un basamento, concluyéndose el pedestal y todos sus detalles casi un año después.
Muchos
autores consultados proponen como autor del pedestal al arquitecto José
Granados de la Vega, aunque la documentación de la época indica que sus autores
fueron Vicente Traver y Mariano Benlliure limitándose la labor de Granados
de la Vega al planeamiento de la avenida y de la isleta donde se encuentra.
Gracias a las
cartas conservadas en Museo del Romanticismo de Madrid conocemos datos
específicos de su construcción como los autores, los plazos de ejecución y la
cuantía final, que ascendió a 25. 022 pesetas.
Parece ser que Mariano Benlliure esculpió la lápida de la
Hispanic Society siguiendo un dibujo facilitado por Archer Huntington. Las
inscripciones de las lápidas fueron ideadas por Ramón Menéndez Pidal, que
serían colocadas según el criterio de Mariano Benlliure. En la documentación se
indican que se realizará mediante caracteres fundidos en bronce, algo que no se
llegó a culminar finalmente.
La construcción del pedestal comenzó en marco de 1928 y finalizó
en diciembre de 1929; su culminación fue posible gracias a Mr. Huntington, que
financió todo el proceso mediante el Banco Lyonnais. El marqués de la Vega
Inclán asumió la responsabilidad de promover la obra, encargándose de las
certificaciones y remitir informes al conde de Aybar (Intendente de la Casa
Real), designado por el propio Huntington para administrar y gestionar los
trámites de pagos, etc. El contratista fue Santiago Gascó.
Desde un
primer momento el Monumento al Cid llamó la atención de los sevillanos y de los
visitantes de la Exposición Iberoamericana, despertando multitud de elogios. La
prensa sevillana manifestaba “provoca
muy buen efecto ver en la hermosa avenida esta obra de arte, que contribuye al
embellecimiento de aquel paraje” (8). Sin lugar a dudas, fue la
figura del caballo el principal atractivo de la escultura, pues es aquí donde
la escultora pone de manifiesto su virtuosismo en la captación del movimiento y
la definición anatómica del animal.
El Monumento al Cid tuvo un reconocimiento inmediato y le otorgó
a su autora una gran fama, lo que le llevó a realizar algunas copias. La
primera de ellas se encuentra en la sede de la Hispanic Society de Nueva York.
Le siguen la de Buenos Aires, San Diego, San Francisco y por último la de
Valencia, aunque ésta fue una copia realizada directamente de la de Sevilla por
Juan de Ávalos a instancias de la Hispanic Society.
Fuente: ABC Sevilla-Madrid: Metisrestaura y Diario El Liberal
Muy interesante me gusta mucho conocer historias de Sevilla
ResponderEliminarSi, me resulta curioso saber, q x donde anduvo batallando el mío Cid, tenga tan lejos, una estática conmemorativa, claro q fué un personaje muy importante en su época y su recuerdo perdura, hasta hoy en día, como leyenda. !!
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