domingo, 7 de abril de 2019

SEVILLA MONUMENTAL-ZONA HISTORICA " Plaza Nueva" 1 de 2



PLAZA NUEVA (PATE 1ª DE 2)

La plaza Nueva  de la ciudad de Sevilla, Andalucía, España. En ella encuentra la entrada principal del Ayuntamiento de Sevilla.

CAMBIOS DE NOMBRES

Plaza Nueva (1854-1857)
Plaza de la Infanta Isabel (1857-1868)
Plaza de la Libertad (1868-1873)
Plaza de la República (1873)
Plaza de la República Federal (1873-1875)
Plaza de San Fernando (1875-1931)
Plaza de la República (1931-1935)

Plaza Nueva (desde 1936

Toponimia

En primer lugar se la conoció como plaza Nueva. La Revolución de 1868 llevó a cambiarle el nombre por el de plaza de la Libertad. Con la proclamación de la I República, en 1873 pasó a ser conocida como plaza de la República ese mismo año se cambió por el de Plaza de la República Federal. En 1875 fue cambiado por el de plaza de San Fernando.En 1931, con la II República, se le llamó plaza de la República y en 1936 volvió a ser llamada plaza de San Fernando. No obstante, los vecinos siempre la han llamado plaza Nueva por haberse creado mucho después que la mayoría de las plazas del centro urbano.

Historia del entorno

Hasta la Edad Media, los terrenos que forman la actual plaza Nueva formaron parte del cauce de un brazo desaparecido del río Guadalquivir, que partía de una zona próxima a la Barqueta, atravesaba la Alameda de Hércules, la plaza de la Campana, la calle Sierpes, la plaza Nueva y se unía al cauce principal a la altura del barrio del Arenal. A pesar del cerramiento de este cauce, esta zona siguió siendo un área con frecuentes inundaciones, razón por la que era conocida como laguna de la Pajería. También fue camposanto y zona de huertas

La avenida de la Constitución y la plaza Nueva fueron parte del cauce del río hasta la época visigoda. Por ello, cuando se construyeron el Hotel Inglaterra, al oeste de la plaza, y otros edificios colindantes se encontraron tablazones y clavazones de barcos romanos, anclas y otros restos de naves hundidas, así como restos de la cimentación de muelles, lo que acredita que ahí se encontraban instalaciones portuarias. Los visigodos desecaron este terreno, que se urbanizó durante la etapa almorávide.

En 1268, Fernando III donó este terreno a la Orden Franciscana, que construyó ahí su Casa Grande. En este convento llegó a haber más de trescientos franciscanos y algunos participaron en la evangelización de América. El convento fue destruido en 1811, durante la ocupación francesa y, aunque se reconstruyó parcialmente poco después, fue objeto de la desamortización de Mendizábal y fue derribado en 1840.

A finales del siglo XIII, una comunidad de franciscanos se instaló en la zona que abarcaba desde la plaza existente a espaldas del ayuntamiento (el nombre de plaza de San Francisco viene de esta comunidad), hasta la calle Zaragoza, cerca del puente de Triana, donde fue erigido el convento de San Francisco el Grande. Desde 1605, dicha zona fue ocupada por otras órdenes religiosas, una de las cuales sigue hoy en día ubicada en el cercano convento de San Buenaventura. Durante la Guerra de la Independencia Española el convento fue parcialmente destruido, y en 1810 fue pasto de las llamas, quedando en tal mal estado que se decidió modificar la zona y acondicionarla como plaza accesible a todo el público. Aun así, en 1813 se intentó abrir la iglesia para, en 1815, iniciar la reconstrucción del edificio conventual completo. Llegado el año 1835 y la consabida desamortización, ello requirió que las obras se detuvieran.

En 1840 se acuerda en pleno demoler los restos del convento, y en 1849 los terrenos que ocupa son cedidos a la ciudad por real decreto.

De todo este enorme edificio sólo quedan en la actualidad un par de vestigios: la conocida y camuflada capilla de San Onofre, y el arquillo renacentista (junto al Ayuntamiento) que da acceso a la plaza de San Francisco.


De este convento en la actualidad solo quedan la capilla de San Onofre (al sur) y el arquillo renacentista (junto al Ayuntamiento) que da acceso a la plaza de San Francisco.

Creación de la plaza

En la década de 1830 se terminó la Plaza de la Encarnación, también en el centro de la ciudad. Esa plaza se había proyectado ya en 1810, cuando se derribó el convento jesuita que se encontraba en esa parcela. El nombre "de la Encarnación" le fue puesto por Félix González de León, que dijo que también podría llamarse "plaza mayor por su tamaño".

Un grupo de intelectuales sevillanos, entre los que estaba el arquitecto Ángel de Ayala, solicitaron al ayuntamiento en 1849 la conversión del solar de la Casa Grande de San Francisco en una nueva plaza mayor para la ciudad, con un monumento en el centro, como ejemplo de la centralización del espacio urbano. Este proyecto fue remitido a la Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría.

En 1852 se realizó la fachada del Ayuntamiento que daba a la plaza. Balbino Marrón y Ranero, que fue arquitecto municipal durante 15 años, organizó el entorno que sería la plaza Nueva entre 1849 y 1860, incluyendo los bancos y el arbolado.
(continua en parte 2ª y ultima)





























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