miércoles, 9 de enero de 2019

SEMANA SANTA EN SEVILLA "Hermandad de la Amargura"





HISTORIA DE LA HERMANDAD DE LA AMARGURA

Hacia
el año 1480 ya existía en lo que hoy es el barrio de San Julián una corporación de gloria bajo la advocación de la
Hiniesta, a la que el clérigo Luis Alfonso dejó unas casas a espaldas de San Marcos para que en ellas se hiciera un hospital bajo el título de la Virgen de la Hiniesta y en el que esta corporación pudiera fijar su residencia. 

Pasando el tiempo, y tal y como hicieran muchas corporaciones, también esta se convirtió en Hermandad de penitencia en el año 1560, fijándose su estación en la tarde del Jueves Santo. 

En la reducción de hospitales del año 1587, tuvo esta corporación que cerrar el suyo, y pasó a establecerse en la parroquia de San Julián. 
Figura esta Hermandad entre las cuarenta hermandades de penitencia que concurrieron a la procesión del Corpus del año 1602, ocupando el lugar veintisiete, situándose entre las de la Esperanza de Triana y la de las Cruces de Jerusalén, la actual cofradía del Silencio. 

Según parece hizo su última estación de penitencia en el año 1621, en el que, a pesar de que sus reglas, que ordenaban su estación en el Jueves, lo hizo en la tarde del Miércoles Santo desde la iglesia de San Julián. Y en la reducción de cofradías decretada en el año 1623 por el cardenal Niño de Guevara, se agregaron a ella las del Santo Sudario, antecedente de las actuales hermandades del Buen Fin y del Cristo de Burgos, la de Ntra. Sra. de la Presentación, antecedente de la actual cofradía del Calvario, y la de la Conversión del Buen Ladrón, la antigua Hermandad de Montserrat. 

Lo anteriormente indicado nos viene a decir, por una parte que las antiguas cofradías, o al menos muchas, no hacían estación con la absoluta regularidad con la que lo hacen en la actualidad, y por otra que la Hermandad que nos ocupa contaba entonces, al menos a los ojos de la Autoridad Eclesiástica, con mejores perspectivas de futuro que las corporaciones que a ella se agregaban. No se equivocaba mucho la Autoridad Eclesiástica en cuanto al futuro comprometido de las tras cofradías antes nombradas, por cuanto todas y cada una de ellas terminarían por extinguirse en los años sucesivos. 


Y por lo que respecta a la Hermandad que nos ocupa, tampoco tendría una larga vida. 

Aunque los datos sucesivos solo hablan de los quebrantos que le causaría la peste declarada en Sevilla en el año 1649, epidemia que provocaría la muerte de un gran número de sus hermanos, lo cierto es que el hecho de que no hubiera vuelto a hacer estación desde veintiocho años anteriores nos indica que la cofradía se encontraba en una grave crisis y que la peste del año 1649 solo vino a agravarla. 

Sea como fuere, el caso es que en el año 1671, veintidós años después de la epidemia, la corporación desanda el camino andado en el año 1560 y pasa a constituirse como corporación de gloria, argumentándose para ello el quebranto producido por la peste del año 1649 y la imposibilidad por ello de llevar a cabo la estación de penitencia. Pero esta aprobación de nuevas reglas en la que la corporación deja de efectuar su estación de penitencia no contó, ni mucho menos, con el beneplácito unánime de sus hermanos, y al menos seis de ellos se personaron ante la Autoridad Eclesiástica para manifestar su total y absoluta oposición. Pero pese a esta oposición las nuevas reglas son aprobadas con fecha 23 de Julio de 1671. 

Aquí podría, y por pura lógica debería, haber acabado esta parte de la historia, que habría tenido su continuación lógica en la refundación, ya en el siglo XIX, de la nueva Hermandad de penitencia de la Hiniesta. 

Pero no fue así, porque los hermanos de la feligresía de San Julián descontentos con la supresión de la estación de penitencia, renovándose a través de los años, siguieron con sus intentos de restablecerla, lo que cristalizó en tiempos del arzobispo D. Jaime de Palafox y Cardona, quien con fecha 2 de Junio de 1696 aprueba las Reglas de una nueva Hermandad de penitencia, en las que se fija la tarde del Domingo de Ramos para su salida. Una salida que no pudieron efectuar hasta el año 1699, en la que llevaron dos pasos, el del Señor, cuya talla había realizado un año antes el escultor Pedro Roldán, y la de la Virgen de la Iniesta, ya que la cofradía no había podido aún adquirir una nueva. Eso si, se le obliga a la cofradía a que el título de su Virgen sea el de Amargura, lo cual, no vaya a pensarse, no estaba tan alejado del de Iniesta, porque aunque Iniesta signifique retama, popularmente se emplea para una clase determinada de sabor amargo, y del sabor amargo a la amargura hay una pasito bien pequeño, lo que nos puede indicar que los cofrades de San Julián se mantenían fieles a sus orígenes. 

Pero la historia iba a dar una de esas vueltas extrañas que lleva a las cosas por derroteros no previstos. 

No debía de ser fácil la vida de la nueva Hermandad, que en el año 1715 decide no efectuar su estación y dedicar los fondos para confeccionarle un manto y una corona de plata a su Virgen, una Virgen que no sabemos si es ya la actual, o seguía siendo la antigua Virgen de la Iniesta. Y en el año 1718 hacen su última salida desde San Julián. 

Si la situación económica no era boyante, tampoco debía ser plácida su estancia en la parroquia, donde podemos adivinar roces con los cofrades de la Hermandad de gloria y en donde casi podemos palpar la enemiga del párroco, y tanto es así que en el mes de marzo de 1724, cuando los hermanos se encontraban reunidos para deliberar si efectuaban la salida, el cura de San Julián los expulsó de la iglesia. La Hermandad, claro, determinó cambiar de aires, y se trasladó a la iglesia de San Juan Bautista, vulgo de la Palma, lo que llevaron a efecto en aquel año de 1724. A los veinticinco años justos, un cuarto de siglo, de existencia la Hermandad se veía impelida a cambiar de ubicación. 

Tampoco iba a ser fácil la vida de la Hermandad en su nueva iglesia, pues se trataba de una corporación cuyos componentes pertenecían a otra collación y cuyo nivel social y económico era muy diferente, más humilde, que el de la feligresía de su nueva residencia canónica. Y estas dificultades lógicas de desarraigo y acoplamiento se intuyen en la vida de la cofradía a lo largo del siglo XVIII y principios del XIX. Y tampoco aquellos tiempos eran los mejores para la vida de las cofradías. 

Por lo pronto, instalados en San Juan de la Palma en el año 1724 no hicieron estación hasta el año 1729, dedicando sus recursos en los años que median a la construcción de los altares precisos para colocar a sus imágenes en su capilla, una actitud bien diferente de las que ahora se estilan y usan. Y volverían a salir al año siguiente, 1730, para no volver a hacerlo en los siguientes treinta y un años, pues no volvería a salir hasta el año 1762. 

Y mientras tanto, en el año 1750 adquieren la sacristía y salas de cabildos y labra nuevas dependencias, y en el año 1760 adquiere el San Juan, obra de Hita del Castillo. En 1786 sabemos que estrena un paso de misterio, cuya descripción se conserva, y en el que, además de la imagen del Señor, ya vestida de blanco, figuraban Herodes, dos fariseos y cuatro judíos armados, curioso anacronismo muy propio de aquellos tiempos, porque si fue Pilato quien remitió al reo a Herodes, la guardia, como es lógico, debía pertenecer a la cohorte de la guarnición romana. Pero bueno, del sitial o trono de Herodes también colgaban los haces del “imperium” romanos, que pintaban allí todavía menos. Aunque también cabe interpretarlo todo como pura alegoría, de quienes eran en realidad quienes acusaban, los judíos, y quienes eran de verdad los que mandaban y tenían la sartén por el mango, los romanos. 

Pero el caso es que, aunque estrenara un nuevo paso, la Hermandad entra bien pronto en decadencia, de forma que casi llega a la disolución, de la que intenta salir mediante una reorganización que pretende llevar a cabo en el año 1808. No era precisamente el mejor momento, porque es el año de la invasión francesa y del inicio de la Guerra de la Independencia. Pero pese a todo, pese a la penuria de los tiempos y a la ocupación de la ciudad por la francesada, la Hermandad sobrevive. 

Pero como es lógico sobrevive con dificultades, tantas que, expulsados ya los franceses, cuando se disponían a efectuar su estación en 1814 no pueden llevarla a cabo porque un acreedor les embarga la cera, justo en el momento de la salida, por el impago de deudas. 

Hay quien dice que este golpe hizo que la cofradía entrara de nuevo en una grave crisis, pero yo creo que en realidad el embargo más bien respondía a una grave crisis y no era sino una manifestación de esta. 

Sea como sea, lo cierto es que la corporación tiene a esas alturas ciento dieciocho años de vida y apenas ha hecho más de veinte o veinticinco estaciones a la catedral, lo que hoy en día nos sorprende sobremanera y sería casi inconcebible. Aunque eso si, tiene dos espléndidas imágenes titulares, tiene altares dignos y tiene en propiedad varias dependencias. Y ha sobrevivido al cambio de barrio y al terrible siglo XVIII y a los más terribles primeros años del siglo XIX. Y todo eso no es poco. 

Hacia 1828 la Hermandad toma nuevo impulso de la mano de jóvenes cofrades y les son aprobadas nuevas reglas en las que se fija la salida para la tarde del Martes Santo, y en caso de lluvia para el día siguiente, previsión al día de hoy absolutamente impensable. Y aún cuando establece las túnicas blancas para sus nazarenos, ello será cuando pueda, siendo provisionalmente negras. 

Será esta reorganización ya la definitiva, pues la Hermandad comenzará a hacer estación de forma regular y poco a poco irá, no sin dificultades, engrandeciendo su patrimonio. Han pasado cien años desde su llegada a San Juan de la Palma y podemos intuir que la corporación ha arraigado en su nuevo barrio y en el centro de Sevilla, olvidando sus orígenes en el popular y populoso barrio de San Julián. 

Que las cofradías han sido celosas de su antigüedad es algo bien conocido y ha de considerarse como lógico, y por muchos conceptos. Y tal vez por esto muchas veces se buscan antigüedades donde no las hay, por mucho empeño que en ello se ponga, y ejemplos hay unos cuantos, a veces, pese a todo, lógicos, pero otras veces realmente risibles. 

Para cualquier observador o estudioso del tema, es evidente que la única relación existente entre la actual Hermandad de San Benito y la antigua y extinguida cofradía de la Sangre de Triana es el hecho de que ambas corporaciones hayan tenido como Titular a la misma imagen mariana, la Virgen de la Encarnación, pues el hecho de que luego la Hermandad de la Calzada añadiera a sus titulares el del Cristo de la Sangre es un hecho sobrevenido a posteriori. Es más, si la actual Hermandad de San Benito pudo contar desde sus orígenes con la talla de la Virgen de la Encarnación fue por hecho de que la antigua Hermandad trianera se había disuelto, lo que permitió que la imagen fuera trasladada a la iglesia de San Benito desde Triana, de una punta a la otra de la Sevilla de aquel tiempo, desde el arrabal más occidental al más oriental, cruce del río incluido. Y sin embargo, y de forma más o menos evidente, de manera más o menos explícita, se viene en los últimos tiempos intentando enlazar una Hermandad con la otra y se viene hablando de antigüedades que no corresponden y asumiendo historias que son de otros tiempos, de otra corporación y de otro barrio, olvidando al mismo tiempo que la mayor gloria y grandeza que puede tener la Hermandad de San Benito es haber conseguido una espléndida Hermandad, ligada por completo a su barrio, en un espacio bien corto de tiempo a base de sacrificio, constancia, trabajo y un evidente buen gusto. 

Y es que la relación entre la Hermandad de San Benito con la extinta de la Sangre de Triana es exactamente la misma que entre la Hermandad de la Candelaria y la también extinguida cofradía de la Antigua, Siete Dolores y Compasión, puesto que como es bien sabido el Titular de la Candelaria, Ntro. Padre Jesús de la Salud, es la misma imagen que bajo la advocación de Jesús Nazareno era la titular de la antigua Hermandad de San Pablo, cuya capilla propia era la que actualmente posee la Hermandad de Montserrat. Una relación bien evidente, tan evidente como que se trata de dos cofradías bien distintas. 

En otros casos, y más si las dos corporaciones, la extinguida y la nueva, radican en la misma iglesia y tienen la misma advocación mariana, la tentación de enlazar una corporación con la otra es aún más evidente y hasta más fácil. Pero que la tentación sea mayor y que el hacerlo sea más fácil no quiere decir que no sea lo mismo, porque lo es. Y es el caso que la antigua Hermandad de la Iniesta no es la misma corporación que la actual Hermandad de la Hiniesta. Que es su antecedente, es evidente, pero son dos corporaciones diferentes como bien lo demuestra el mismo proceso de la erección de la actual Hermandad. Y es también evidente que aquella Hermandad de la Iniesta es el inmediato antecedente de la Hermandad de la Amargura. 

Y es que la Hermandad de la Amargura surge de entre los antiguos cofrades de la Iniesta y de los feligreses de San Julián que no aceptan la supresión de la estación penitencial y la conversión de la Hermandad en corporación de gloria. Y por ello la nueva Hermandad se erige en San Julián, y no pudiendo tener los mismos títulos que la de gloria escogerá para su Virgen uno que de alguna manera recuerde al anterior, y es que iniesta significa retama, mayormente una retama con un fruto amargo, y la nueva Titular se llamará Amargura. Luego las dificultades de convivencia en la misma iglesia de dos corporaciones que en la práctica se solapan, que además la nueva saca en procesión a la dolorosa que era de la antigua y la enemiga del párroco, harán que los cofrades de la Amargura se vean forzados a buscar un nuevo y menos problemático acomodo, y emigren a San Juan de la Palma y que la Hermandad de la Amargura, como no podía ser de otro modo, terminara por desvincularse totalmente de San Julián y de su barrio, su iglesia y collación de origen y ello hasta tal punto que ahora pueda parecer raro que el Silencio Blanco, tan vinculado a su iglesia de San Juan de la Palma y al inicio de la calle Feria, naciera en San Julián y como continuación directa y muy explícita de la antigua Hermandad de la Iniesta. Pero, pese a todo, pese a que pueda parecer extraño, pese a que ahora nos suene raro, ese fue su origen. 

Y curiosidades de la vida, las dos cofradías, la que se fundara en San Julián y emigrara a San Juan de la Palma, y la que luego se fundara en el siglo XIX en San Julián, donde sigue residiendo, salen el mismo día, el Domingo de Ramos, y por muy poco, por muy poco, no van las dos consecutivamente, una detrás de la otra, y es que la Hiniesta se incorpora definitivamente al Domingo de Ramos en el año 1906, pero en el año 1902 lo hace la Esperanza de San Roque y la Estrella lo había hecho en el año 1898, aunque no ocuparía su actual lugar en el Domingo de Ramos ya de forma definitiva hasta el año 1908. Lo dicho, por muy poco. 



Aquel año de 1828 hará estación con dos pasos en la tarde del Martes Santo, llevando túnicas blancas en la comitiva del Señor y negras en el de la Virgen. Y en 1829 ve aprobadas sus reglas por el Consejo de Castilla. 

En el año 1831 el asistente de la ciudad prohíbe las túnicas de nazareno, por lo que no hace estación ninguna Hermandad, salvo la de la Amargura, que lo hace en la tarde del Miércoles Santo con sus hermanos vestidos de traje de calle. Evidentemente ha primado en la cofradía el hacer la estación, tal vez consciente de que sin salida no hay cofradía y que tras solo dos años saliendo el suspender la salida es un lujo que no se puede permitir, pero tal vez también su decisión sea reflejo de su composición social, muy relacionado ya con las clases medias y medias-altas sevillanas, más ligadas al poder político del momento. Sea como sea la Hermandad sale aquel Miércoles Santo, 30 de Marzo, aunque tiene que dejar sus pasos en la catedral obligada por la lluvia, regresando en la mañana del día siguiente. 

Una composición social y las relaciones con el poder político del momento que ello implica que tienen su reflejo en la inscripción como hermano de Fernando VII, que tiene lugar en el año 1832, por lo que la Hermandad adquiere el título de Real. 

Poco a poco la cofradía va incrementando su patrimonio. En el año 1836 la Virgen luce una corona de cobre dorado y en el año 1841 estrena un nuevo paso de misterio del denominado estilo corintio, es decir, neoclásico, aunque eso si, por no estar terminado para el Miércoles Santo, traslada la salida al Jueves Santo, día en el que también había salido en el año 1838. Aunque en ese cambio del día de salida del año 1841 se puede atisbar que la cofradía prefiere salir el Jueves Santo en vez del Miércoles y lucir su estreno en día más concurrido. Y en cualquier caso la Hermandad cambia el día de salida, pese a sus reglas, al Domingo de Ramos al año siguiente, 1842. 

Precisamente al año siguiente, 1843, estrenan el primer palio bordado en oro, así como un manto y una túnica, también bordada para el Señor. Y cinco años después estrenará un nuevo palio bordado, reflejo de una situación económica boyante, fiel reflejo a su vez de su composición social, aspecto en el que, pese a la reiteración es necesario insistir para poder comprender la evolución de la cofradía

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HERMANDAD DE LA AMARGURA


LEYENDA O HISTORIA

Hermandad de “La Amargura”: Fundada a finales del siglo XVII como hermandad de penitencia, en la parroquia de San Julián. Es conocida también como “El Silencio Blanco”. En 1893 se incendió el paso de palio, pero se pudieron salvar las imágenes. En 1724 se trasladó a San Juan de la Palma

En la guerra civil, hubo que ponerla a salvo y la escondieron en un cajón.

La Virgen de la Amargura fue la primera dolorosa sevillana en ser coronada canónicamente en 1954.Aunque el templo es actualmente conocido por el de San Juan de la Palma, su verdadera advocación es el de San Juan Bautista.


Este sobrenombre lo recibe a partir de una curiosa historia. (Hay que aclarar que el lugar que hoy ocupa la plaza constituía el antiguo cementerio de la Parroquia).


Ortíz de Zuñiga nos cuenta en sus anales la leyenda que hay detrás de esta denominación popular: “En años pasados, cuando hubo en Sevilla muchos herejes, predicó en esta Iglesia un fraile de San Francisco, el cual dijo que nadie delinquiere contra la fe, porque las paredes tenían ojos y oídos  (cosa, la cual tenía razón, aunque fuera simbólica)..


La noche siguiente, en punto de las doce, un hereje que oyó este sermón , haciendo burla de lo que el predicador había dicho, se llegó a la palmera situada en el centro del antiguo cementerio de la Parroquia   (hoy plaza de San Juan de la Palma),de ahí el sobrenombre "de la Palma"  a la Iglesia,  y le dijo :


- Palma, la Madre de Dios no quedó Virgen después del parto. Al día siguiente se presentó en el tribunal de la Inquisición un anciano que denunció al hereje, al cual ,gracias a este señor, prendieron los señores inquisidores y le tomaron su confesión pero éste negó. Mandó la inquisición registrar la casa del denunciante para encontrar pruebas de su herejía y dieron allí con un joven que era nieto de éste.


Por las descripciones el joven les dijo que se trataba de su abuelo, pero que éste llevaba muerto 80 años, y que estaba sepultado al pie de la palma del cementerio de San Juan. Volvieron a detener al hereje y le contaron el milagro de Dios, que había permitido que se levantara un muerto para castigar su pecado”.
 El hereje, comentó  arrepentido, que comprendía que se había producido el milagro, que hasta un muerto y encima su propio abuelo, se había levantado de la tumba para denunciar la herejía...
 La Inquisición , no eran gente con la que precisamente se pudiera bromear , pues en el mejor de los casos , te quitaban tus bienes y acababas en una celda, con toda seguridad torturado y en el caso más extremo, quemado vivo.


No es plausible, que estos señores del siglo XVI se anduvieran con tonterías inventándose historia de" muertos vivientes" y encima rubricar el hecho con una placa en la Iglesia, luego estamos ante una constatación de un milagro, precisamente con el sello de la mas feroz y radical autoridad eclesiástica de la época cuyas oficinas estaban en el Castillo de San Jorge.


La historia en si, fue verídica y es por ello que hay constancia con la placa.




Por otro lado se comenta que el traslado de la Hermandad de la Amargura desde San Julián ,donde se encontraba la Hermandad, fue porque la Hermandad en sí, no tenia muy buenas relaciones con el párroco, cosa no precisamente rara ,ya que el 24 de marzo de 1724 interrumpió éste, en un Cabildo , expulsando a los hermanos , por lo que se trasladaron a la Iglesia de Santa Lucia donde se acordó el histórico traslado a San Juan de la Palma.-
Hubo una oposición por parte  de un mayordomo, Juan Millán de la hermandad ,que era tabernero , en cuyo establecimiento se exponían la imágenes secundarias del paso de Misterio, y tenia almacenadas durante todo el año a la vez que expuestas en su establecimiento llamado "Herodes" , como parte de la decoración .algo parecido a un Munarco prehistórico) .


Su oposición al traslado era por razones puramente crematísticas, ( las imágenes secundarias formaban parte del  "reclamo" de la taberna ) , siendo el motivo real del referido traslado como decía al principio por la desavenencias entre Hermandad - Parroquia . El señor Millán llegó incluso a pleitear con su propia hermandad , para oponerse al mismo ;pero por las razones distintas y expuestas ; pleito que perdió . y cuya sentencia se dio a conocer en de Junta de 30 de Noviembre de 1724. Esto no fue una leyenda, fue un pleito de intereses dentro de la historia de una hermandad .




Curiosidades:
Los pasos de la hermandad no salen con el himno nacional, sino con las marchas "Silencio blanco" el Cristo y "Amarguras" la Virgen.


Llamador del Misterio. En forma de pseudo dragón marino.

Llamador del Palio. También en forma animal, que asemeja a una cabeza de águila con cuerpo extraño.


Fuentes:

http://
sevillamisteriosyleyendas.blogspot.com.es/2010/03/san-juan-de-la-palma_14.html

http://cofrades.pasionensevilla.tv/profiles/blogs/abriendo-el-baul-de-los

http://elblogdellilu.blogspot.com.es/2012/03/postales-curiosas-y-4.html

http://semanasantamurcia.mforos.com/61474/4716773-fotos-antiguas-o-curiosas/?pag=20
http://es.wikipedia.org/wiki/Hermandad_de_La_Amargura_(Sevilla)







VIDEO REALIZADO POR SEVILLA LA LEYENDA https://www.youtube.com/watch?v=NSW237Q3EpI

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