FACHADA A PLAZA SAN FRANCISCO.
CARPETA: Sevilla Monumental-Zona turística
FICHA: Casa Consistorial; Ayuntamiento; Casa Grande.
Esta presentación consta de 285 archivos divididos en 16 carpetas, cuyos títulos son:
CASA GRANDE DE SAN FRANCISCO.
FACHADA A PLAZA NUEVA
FACHADA A PLAZA SAN FRANCISCO
ESCALERA
SALA CAPITULAR BAJA
SALA CAPITULAR ALTA
SALÓN COLÓN
SALÓN MONTPESIER
SALÓN SAN FERNANDO
SALÓN SANTO TOMÁS
SALA FIELES EJECUTORES
GALERIA RICO CEJUDO
DESPACHO ALCALDE
SIN ESPECIFICAR LOCALIZACIÓN
CORREDOR DE LA PRENSA
PATIO
Casa Consistorial
La historia
del consistorio sevillano se remonta a 1248, cuando Fernando III instaló el
primer Concejo hispalense en el desaparecido Corral de los Olmos, un edificio
mudéjar a espaldas de la catedral.
En 1526 con motivo de la boda del emperador Carlos V, se decidió trasladar
esta institución a la plaza de san Francisco, con una nueva sede de
construcción renacentista, siendo ejecutado por Diego de Riaño, quien dirigió
las obras entre 1527 y 1534. Fue uno de los primeros edificios construidos en
este estilo que simbolizó el dominio que Sevilla, como una nueva capital
mundial del comercio, había alcanzado durante el Renacimiento, cuando el
meridiano del mundo conocido lo marcaba la sombra de la Giralda.
El actual edificio es resultado de dos etapas constructivas diferentes, lo
que ha condicionado su estructura y explica su planta irregular, pues a partir
del siglo XIX y continuando el XX se hicieron nuevas obras que transformaron y eliminaron
sectores de la sede renacentista, a la vez que se añadieron nuevos espacios
para conectar con la nueva fábrica que se abrió a la Plaza Nueva, tras el
derribo del Convento Casa Grande de san Francisco. Todo ello hace de este
conjunto uno de los más representativos y emblemáticos de la ciudad, cuya
historia sigue viva en el siglo XXI.
La casa consistorial de Sevilla
es un edificio del siglo XVI. Es el primero de estilo plateresco
realizado en España. Es la sede del Ayuntamiento de Sevilla.
En la Edad Media se
construyó junto a un lienzo de muralla el corral de los Olmos. Este se
encontraba junto a la fachada este de la catedral y la fachada principal del
palacio arzobispal, en el entorno de la actual plaza Virgen de los Reyes. El
corral de los Olmos albergaba el cabildo municipal y el cabildo catedralicio,
que era el propietario de todo el conjunto. El cabildo municipal era de estilo
mudéjar y se realizaron obras en el mismo en 1437, dirigidas por el maestro de
obras del Alcázar, Hamete, y por el maestro albañil Abraham. A comienzos del
siglo XVI los maestros de obras Francisco Jiménez y Bartolomé Díaz hicieron una
portada mudéjar.
A comienzos del siglo
XVI el cabildo municipal decidió la construcción de una nueva sede. La ciudad
había experimentado un gran crecimiento económico debido a que en 1503 se había
instalado en ella la Casa de Contratación de Indias. En marzo de
1526 tuvo lugar en la urbe la boda del emperador Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico con su prima Isabel de Portugal.
Se decidió que la
nueva sede fuese en la plaza de San Francisco, donde ya se
encontraba la Real Audiencia. Entonces,
esta plaza era un lugar para el comercio. Cerca de aquel lugar estaba la
alcaicería de la Seda. El nombre de la plaza se debía a que en el lado oeste
estaban la entrada del compás y la cabecera de la iglesia del convento de San Francisco, que era la
casa grande de la orden en Sevilla. Las obras empezaron en el último trimestre
de 1526.
Las obras comenzaron
bajo la dirección del maestro mayor Diego de Riaño. En enero de
1527 empezaron a llegar cargamentos de piedras de Utrera que habían sido
contratadas con los canteros Juan y Francisco García. En marzo de
1527 el herrero Juan Doncel proporcionó a Diego de Riaño herramientas para los
canteros de la obra. Entre los primeros trabajadores figura como aparejador
Arnao. En la obra participaron canteros de Sevilla, las Vascongadas y Francia. A lo largo
de 1528 fue llegando más piedra de Utrera y de El Puerto de Santa María. Las obras fueron
paralizadas el 24 de diciembre de 1529 por falta de fondos.
Las obras se reanudaron
en 1532. Riaño viajó a El Puerto de Santa María para encargar más cargamentos
de piedra. En agosto, empezó la realización de los relieves el entallador
Nicolás de León, que ya había colaborado con el maestro mayor en la
construcción de las capillas de los Alabastros de la catedral de Santa María de la Sede de Sevilla.
En 1533 Riaño fue a buscar más artistas para los relieves a Plasencia, donde estaba
construyendo la catedral de Santa María de la Asunción el cantero Pedro de
Mayda. En abril de 1533 llegaron para esta labor los entalladores Diego Guillén Ferrant y Jacques Gonçalo Herrandes. La construcción de las
bóvedas comenzó en diciembre de 1533. En 1534 Roque Balduque realizó el
escudo de la ciudad que hay en el muro oeste de la sala capitular baja
En 1534 Diego de Riaño
se trasladó a Valladolid para las
obras de la colegiata de Santa María la Mayor, falleciendo
en esa ciudad el día 30 de noviembre. El entonces aparejador, Juan Sánchez,
pasó a ser el maestro mayor, aunque con el mismo proyecto diseñado por Riaño. A
mediados de 1535, Sánchez dirigió una ampliación de la casa consistorial.
La ampliación tuvo lugar
en unas casas anejas adquiridas a Constanza Hernández que ya habían sido usadas
como almacén durante la construcción del ayuntamiento. Las casas fueron
derribadas en octubre de 1535.
Finalizada la planta
baja, se realizó el primer piso en 1540.
El cuerpo alto de la
casa consistorial fue construido entre 1550 y 1561. Las obras estuvieron
dirigidas por Juan Sánchez, aunque a partir de 1558 colaboró con él Hernán Ruiz el Joven. Posteriormente, se colocó un techado de madera en la
parte superior, que quedó finalizado en 1562 con la techumbre de la zona del
archivo. Posteriormente se retiraron los andamios y se taparon con ladrillos
los hoyos donde estos habían sido colocados. En 1563 comenzó la construcción de
una doble galería porticada con pilares en la fachada que daba a la plaza de
San Francisco para que pudieran contemplarse desde allí los espectáculos que se
realizaban en ella. Aquella obra fue diseñada y dirigida por Hernán Ruiz el
Joven y participaron en su construcción Juan Cabello, Francisco Rodríguez,
Francisco de Becerril y Luis de Ofis. La galería quedó terminada en agosto de
1564. En 1570 el carpintero Rodrigo Infante realizó el aljarfe, las puertas y
las ventanas de la contaduría.
A comienzos de la
década de 1570 se construyó la capilla del cabildo, realizada por el maestro
mayor Benvenuto Tortello en la aneja
casa grande de San Francisco.
Siglo XIX
.
El final de la aneja
casa grande de San Francisco comenzó con la invasión francesa de la ciudad. Aunque iba en contra de las
capitulaciones de la rendición, en febrero de 1810 las tropas francesas
ocuparon este convento y lo convirtieron en un cuartel. Muchos de sus cuadros
de arte sacro fueron expoliados por el mariscal Soult y llevados a Francia donde, posteriormente, se dispersaron
por otros museos y colecciones. En abril de 1810 los franceses decretaron la
intención de crear en la zona nuevas calles y una plaza. En noviembre del mismo
año el edificio fue destruido por un incendio, salvándose del mismo la iglesia
y las tapias. El proyecto urbanístico no se llevó a cabo ya que, tras la
retirada de los franceses, los franciscanos volvieron al edificio y empezaron
su reparación. En 1821, durante el Trienio Liberal, el
Ayuntamiento propuso la creación de la plaza y tomar una parte del convento
para ampliar las casas capitulares. El convento fue exclaustrado y
desamortizado en 1835. En parte del mismo se instaló el cuartel del Primer
Batallón de la Guardia Nacional. En 1840 la Junta Popular de Gobierno tomó la
decisión de demolerlo y, en 1843, el convento y figuraba como derruido.
En 1850 el Estado
cedió al Ayuntamiento la propiedad del terreno donde había estado el convento
de San Francisco y del desamortizado convento de San Buenaventura. Del
convento de San Francisco se conservó el arquillo y la capilla de San Onofre y del
convento de San Buenaventura se derribó el cenobio. Las capillas del lado del
evangelio de la iglesia de San Buenaventura se derribaron para hacer la calle
Bilbao.
La
construcción de la plaza Nueva fue realizada por el arquitecto municipal Balbino Marrón y Ranero a partir de 1852. En 1856 habían finalizado las
construcciones de las zonas norte, sur y oeste de la plaza.
En 1857 el
Ayuntamiento expropió las casas anejas que tenía el edificio en la plaza de San
Francisco para ampliar la casa consistorial y que toda la manzana fuese de propiedad
municipal. En 1857 la ciudad iba a ser visitada por Isabel II y todavía no
habían empezado las obras en aquella parte, por lo que el arquitecto municipal
Balbino Marrón y Ranero y el profesor de escenografía Salvador Montesinos
realizaron un trampantojo gigante que pusieron en esa zona para mostrar como
quedaría terminado.
Las obras de la casa
consistorial comenzaron en marzo de 1858. Balbino Marrón realizó una fachada
neoclásica para la plaza Nueva. El interior del edificio fue reformado entre los
años 1853 y 1860 con planos de Balbino Marrón.
En 1866 el
Ayuntamiento estimó que la galería realizada por Hernán Ruiz el Joven en el
siglo XVI se encontraba en ruinas y encargó su demolición. En 1867 José Amador de los Ríos protestó contra esto
en la Real Academia de Bellas Artes de San
Fernando de Madrid y su
director, Federico Madrazo, realizó una queja formal ante el Ayuntamiento que no
fue atendida. Demetrio de los Ríos construyó en su lugar una ampliación de la casa
consistorial, continuando la fachada plateresca del siglo XVI que daba a la
plaza de San Francisco con un estilo neoplateresco. Los relieves fueron
realizados entre finales del siglo XIX y el siglo XX.
La fachada de la plaza
Nueva fue finalizada en 1867.
Siglo XX
En 1890 la Academia de
Bellas Artes de Sevilla consideró positiva la idea de colocar una reja frente a
la zona del siglo XVI de la casa consistorial. Francisco Aurelio Álvarez Millán
diseñó una reja neorrenacentista en 1891, aunque la Academia la consideró
demasiado simple y le añadió elementos decorativos similares a los de la reja
de la capilla de la Visitación de la catedral de Sevilla. La reja fue realizada
por la fundición Santa Matilde y fue colocada en 1914. No obstante, la reja
impedía que el monumento se apreciase adecuadamente, por lo que Andrés Parladé,
conde de Aguiar, presidente de la Comisión de Monumentos, la retiró en 1919.
.
En 1849 Antonio de Orleans, duque de Montpensier, y su esposa, María Luisa de Borbón, se instalaron en el palacio de San Telmo de Sevilla, donde hicieron una colección de arte. En
1898 los hijos del duque, Antonio e Isabel, donaron al Ayuntamiento de Sevilla
51 cuadros con retratos de españoles ilustres. Muchos son de pintores
sevillanos del siglo XIX.
Exterior
. Sobre la ventana que hay en la planta superior del
apeadero hay un relieve con el escudo de Sevilla, en el que aparece san
Fernando en su trono flanqueado por san Isidoro y san Leandro. Uno de los
medallones representa a Julio César y bajo el mismo aparece un letrero que dice
S. P. Q. HIS., que significa Senatus Populusque Hispalensis (Senado y
Pueblo de Sevilla, en latín). Esto es una versión local del S. P. Q. R. romano. A
ambos lados de la puerta de la fachada este hay dos ventanas que tienen en su
parte superior dos escudos con el símbolo NO8DO.
El arquillo está
flanqueado por dos hornacinas con estatuas de Hércules y Julio César. Según la
tradición local, la ciudad fue fundada por Hércules y fue
amurallada por Julio César. Como el
arquillo daba acceso al convento de San Francisco, el arquillo tiene simbología
religiosa: la parte superior está flanqueada por sendos escudos con las Cinco Llagas de Jesucristo y cordones
franciscanos y sobre la clave del arco hay un medallón con la Virgen María
entre dos ángeles
La puerta este del
edificio tiene como relieves el escudo imperial en un lado y el escudo de
Sevilla en el otro. Del mismo modo, en la parte de abajo tiene dos cartelas
donde está escrito en latín todo el Salmo 15 de la Biblia. La puerta del
apeadero tiene relieves que muestran, en la parte superior, a dos soldados con
las columnas de Hércules y, en la zona intermedia, dos inscripciones de pasajes
en la Biblia en latín: Ezequiel 45:9 en un lado y Sabiduría 6:6 en el otro.
Balcón de Bartolomé
Morel
Bartolomé Morel fue
un maestro artillero y un fundidor de metales español del Renacimiento que
realizó importantes trabajos en Sevilla. A mediados del siglo XVI ya existía en
San Bernardo la Fábrica de Artillería, aunque el edificio actual incluye
modificaciones realizadas en el siglo XVIII. Había sido montada en esa zona por
existir una abundante industria de la fundición en esa zona. La familia Morel
se dedicaba a ese negocio y Juan Morel y su hijo, Bartolomé Morel, se dedicaban
a fabricar cañones para abastecer a la Flota española, por lo que trabajaban
para la Casa de la Contratación de Indias.
CRUZ DE LA INQUISICION
la cruz integra la intersección de la Sala
Capitular con el Arquillo desde 1703, y no precisamente para servir como
recuerdo del extinto Convento Casa Grande de San Francisco,
sino como indicio del último auto de fe celebrado en la plaza.
Inicialmente, la escultura era lisa, sencilla,
pero al no encajar con la estética plateresca se
optó por cincelar una nueva, añadiéndosele los motivos vegetales y celestes ya
referidos.
El cambio del crucifijo no fue el único que
experimentó este rincón, especialmente con la reforma de Demetrio de Los Ríos
en el siglo XIX. Para empezar, la escultura la flanqueaban dos puertas,
mientras que una de ellas se convirtió en ventanal, la que daba acceso a la Sala de los Fieles Ejecutores de la Justicia Real (el
crucifijo también se conoce como «de los Ejecutores»).
Y, lo más vistoso, llegó a haber un balcón de
forja sobre la Sala Capitular, que hoy es fachada «lisa», realizado por el
autor del Giraldillo, Bartolomé Morel.
El fuego del Santo Oficio
Sin embargo, lo que la cruz representa es el último auto de fe celebrado en
la plaza de San Francisco, no en toda la ciudad. Hubo que avanzar hasta
prácticamente el final el siglo XVIII para ver el fin de las ejecuciones.
El último caso de muerte en la
hoguera, por ejemplo, se produjo en 1781 y tuvo como paradójica
protagonista a una monja a la que se acusó de intensa herejía, como
«demostraron» las 157 páginas de su sentencia.
El «Quemadero» se
encontraba en el Prado de San Sebastián, lugar al que llegó la anciana y ciega
«Beata Dolores», nunca retractada de defender el molinosismo, doctrina del
místico Miguel de Molinos.
Sevilla, por tanto, tuvo el poco honroso honor
de ser el último lugar de España (y el primero, justo 300 años antes) en
desarrollar una ejecución inquisitorial con fuego.
Valencia podría el epílogo, por horca, durante la Década Ominosa, cuando
los tribunales se conocían como Juntas de fe.
La llegada al trono de Carlos
IV, en el último tercio de la centuria, supuso una importante
búsqueda del progreso social, pareja a una pérdida de privilegios de la
aristocracia y, sobre todo, la Iglesia.
Pero el fin de la Inquisición llegaría con José Bonaparte y, con carácter definitivo, con la Regencia de María Cristina. En 1834 se firmó el Real
Decreto de su abolición.
La Cruz del Arquillo no sólo no se retiró, sino que fue renovada 70 años
después, y restaurada del vandalismo en 2008.
Además, existe una segunda cruz, prácticamente
réplica, adquirida por el Conde de Aguiar, Andrés de Parladé, que puede
contemplarse en uno de los patios de la Casa Guardiola.
Entonces palacio del noble. Hoy lugar de celebración de eventos.
.
LA PILA DEL PATO
Cinco localizaciones en apenas 200 años de
historia. La
pila del Pato descansa, quién sabe si para el resto de sus
días, en la plaza
de San Leandro desde los años 70 pero generaciones
anteriores la vieron en la plaza de San Francisco, la Alameda de Hércules
o Prado
de San Sebastián. Es la fuente errante de Sevilla.
Ha sobrevivido el duro vandalismo
y, como aquel regalo incómodo, la suerte de no encontrar asiento en la ciudad.
Esta característica ha llevado a la pila del Pato a pagar los desmanes de
continuas alteraciones urbanísticas. A pesar de las inclemencias propias de una
fuente bicentenaria, este surtidor goza de aparente buen estado de salud y de
una plaza que se ha encariñado con ella, la de San Leandro.
La fuente, realizada en mármol con elementos
renacentistas y surtidores con formas animales, debe su nombre a un pato de
bronce que remata la pila. Los orígenes de la pila del Pato se remontan al
año 1833, cuando se decidió realizar una fuente que sustituyera a la de Mercurio,
obra entre otros autores de Bartolomé Morel, un fundidor de metales y maestro
artillero que realizó importantes trabajos en Sevilla como la escultura de
bronce del dios Mercurio o el Neptuno de la fuente de los Reales
Alcázares.
La localización aproximada equivaldría a la
de la actual fuente de Mercurio, a los pies del Banco de España. Aunque no
siempre fue así, el surtidor primigenio estaba situado más al centro de la plaza
de San Francisco, pero este enclave empezó a molestar porque impedía el
tránsito de procesiones como las de la Semana Santa o el Corpus.
En una Sevilla en sepia, el fotógrafo galés Charles
Clifford, uno de los pioneros en retratar el paisaje
costumbrista de la España de mediados del siglo XIX, ya puso sus ojos y el
objetivo de su cámara en la pila del Pato logrando una instantánea en la que se
puede ver de fondo la Giralda. La fuente renacentista, dijo adiós a Sevilla a
favor de la del Pato, menos monumental y más coherente con los gustos de la
época.
La tranquilidad le dura apenas medio siglo a
la pila del Pato. El incipiente tráfico de vehículos provoca la decisión de
trasladarla de sitio. Su primer viaje, sin contar los traslados dentro de la
plaza de San Francisco, es a la Alameda de Hércules, a la zona próxima a la calle Relator,
en las inmediaciones de las columnas de los leones. Allí llega la fuente en el
año 1885.
La zona norte de la Alameda
hace suya la fuente hasta tal punto de confabular atribuciones mágicas al
chorro de agua que brota del pato. Se decía que el líquido emanado del surtidor
daría fortuna a aquellos toreros en ciernes que pretendían alcanzar la fama.
Allí aguanta hasta la primera década del siglo XX, cuando para aliviar
inundaciones, se determina subir el suelo de la Alameda.
El ciclo se repite y la pila del Pato vuelve
a decir adiós a los toreros sedientos de fama. Su nueva localización sirve para
dar la bienvenida a quienes llegaban en autobús a la ciudad. La recién
estrenada estación del Prado de San Sebastián acoge a esta viajera fuente
en su explanada contigua, que en la actualidad equivale a los juzgados.
En el nuevo enclave, la pila se convierte en
referente para los sevillanos. La proximidad geográfica de la Feria de Abril
hacen de la fuente un punto de encuentro. «En la pila del Pato mi alma te he
conocido», cantaba Francisco Palacios, El Pali en una de sus muchas
sevillanas.
Año 1965. El sino de la fuente errante vuelve
a dar un giro y la ampliación de los juzgados obliga a las autoridades a
desmontar la pila para construir aparcamientos. Nuevo destino, la plaza de San
Leandro.
El descanso para la pila del
Patio le lleva en una plazuela de forma triangular a la que llegan las calles
Alhóndiga, Zamudio e Imperial, y se extiende hasta la esquina entre Francisco
Carrión Mejías y Cardenal Cervantes y que toma su nombre del convento de San
Leandro.
Plaza de San Francisco, Alameda
de Hércules, Prado de San Sebastián, plaza de San Leandro
RELIEVE
COLUMNAS DE HERCULES.
En la plaza de
San Francisco el edificio tiene tres plantas. La planta alta es más baja que
las otras dos y fue construida en el siglo XIX. El conjunto se encuentra sobre
un pequeño podio. La fachada tiene sus elementos distribuidos con pilastras en
la planta baja y columnas en la primera planta. La zona con relieves tiene
motivos grutescos, medallones con bustos masculinos y femeninos, la cruz de san
Andrés con el toisón de oro y las columnas de Hércules con el lema Plus
Ultra.
En el siglo XVI, un
antiguo brazo del río Guadalquivir fue secado, y en su lugar fue construido el Paseo de la Alameda de árboles alineados. En uno de los
extremos se levantaron dos columnas de mármol como entrada, que procedían de un
cercano templo romano del siglo II.
Las columnas romanas de la Alameda de Hércules y las que aún quedan en su lugar original en la Calle Mármoles son los monumentos más antiguos deSevilla.
Desde 1754 las columnas de la Alameda de Hércules portan las estatuas de Julio Cesar y Hércules, quienes, según la leyenda, son los dos fundadores de Sevilla.
Las columnas romanas de la Alameda de Hércules y las que aún quedan en su lugar original en la Calle Mármoles son los monumentos más antiguos deSevilla.
Desde 1754 las columnas de la Alameda de Hércules portan las estatuas de Julio Cesar y Hércules, quienes, según la leyenda, son los dos fundadores de Sevilla.
LEYENDA COLUMNAS DE HERCULES:
La mitología da por
hecho que Hércules tuvo una etapa importante por tierras del sur peninsular. A
él se le atribuye en la leyenda las fundaciones de varias de sus ciudades,
entre ellas, Sevilla, a la que denominaría Ispal en honor de
su hijo Híspalo.
Esta leyenda quedó
recogida en los famosos versos que aparecen en una placa colocada en los años setenta del siglo XX junto a la
desaparecida Puerta de Jerez, que viene a decir:
Hércules me
edificó
Julio César me
cercó
De muros y
torres altas
El Rey Santo
me ganó
Con Garci
Pérez de Vargas.
O como también
se conoce en la leyenda sobre la fundación de Sevilla, Hércules marcaría con
seis pilares de piedra el lugar donde Julio César fundó la
ciudad con el nombre de Julia Rómula Híspalis.
Asociado con
la época romana de la ciudad, aparecen en la actual calle Mármoles durante el proceso de unas obras los restos de un
templo romano dedicado a Hércules, consistentes en seis grandes columnas de
piedra. Dos de esas columnas son las que hoy aparecen en la denominada luego Alameda de Hércules, colocadas en el siglo XVI cuando se
urbaniza este lugar.
Aún hoy
permanecen sobre esas dos columnas, a la entrada del paseo de la Alameda las
imágenes sobre ellas representando a sus dos personajes fundadores, Hércules y
Julio César.
ALAMEDA DE HERCULES: https://sevillalaleyenda.blogspot.com/2019/01/sevilla-monumental-zona-historica_18.html?fbclid=IwAR14-z6Rrzhk_82oC4EONGM2lc04tDoRb89QCLg8HfJ6CTvc9LmCWO6fnCk
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Para la realización de esta presentación se han obtenido datos de los siguientes sitios:
https://es.wikipedia.org
http://patrimoniumhispalense.com
criosidadesycofradias.blogspot.com
Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico. Junta de Andalucía.
José María de Mena.
culturadesevilla.blogspot.com
Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla
Encyclopædia Britannica
http://spainillustrated.
sevillaciudad.sevilla.abc.
fondosdigitales.us.es
alquiansa.es
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