CAPITULO 2
CARPETA: Arqueología
Ficha: La Híspalis Romana; Museo
Arqueológico Plaza Encarnación; Anticuarium
Esta presentación consta de 89 archivos
en siete carpetas, siendo esta la numero 2
Origen del nombre de
Sevilla
El origen del nombre de Sevilla comienza, para algunos, con Ispal (o Spal, hay diversas
opiniones), al ser éste el que utilizaban los turdetanos cuando llegaron los
romanos. Y sobre la causa de este nombre, igualmente, hay diversas versiones.
Para algunos, se debe al hecho de que, con motivo de las frecuentes
inundaciones del terreno, sus primeros pobladores levantaron sus viviendas
sobre palos, por lo que de ahí
derivaría en lengua fenicia, dada la influencia de éstos sobre los turdetanos,
el término Y-sbael-ya, ciudad sobre palos. Otra
fuentes, sin embargo, defienden que su significado, en lengua fenicia, es el
de llanura o tierra llana. También ha
habido quienes han encontrado la procedencia de su nombre en la mitología,
relacionándolo con la leyenda de su fundación por Hércules, el héroe mitológico
griego, y con los espalos, los habitantes de Escilia, que lo acompañaban y de
quienes tomó su nombre la ciudad. Y con respecto a Hércules, hay asimismo (como
el bachiller Peraza, en el siglo XVI) quienes dedujeron como causa de su nombre
la decisión de este héroe de darle a la ciudad el nombre de Hispalo, su hijo,
para algunos, y nieto, para otros.
Con la llegada de los romanos, este nombre se latiniza
como Hispalis, el cual, a su vez, tornaría en Spalis con los visigodos. Los árabes, tras su
conquista, adaptan la palabra a su lengua y, dado que en árabe no existe el
sonido “p”, se cambia éste por “b”, pasando la ciudad a llamarse Ishbiliya, nombre que finalmente se castellaniza como Sevilla.
Leyenda de la
Fundación de Sevilla por Hércules
Otro de los orígenes que también se ha querido ver en
Sevilla tiene, esta vez, carácter mitológico. Y es que la leyenda señalaba
a Hércules (nombre romano de Heracles, héroe de la
mitología griega) como su fundador. Dentro de los doce trabajos que Hércules
tenía que realizar, uno era robar el ganado de Gerión, un gigante monstruoso,
con tres cuerpos y tres cabezas, que vivía en Hispania. Tras llevarse el
ganado, Gerión fue tras él y el héroe griego lo mató. Del papel de Gerión hay
diversas versiones, incluida la que lo sitúa como un rey tirano de Hispania.
Una vez cumplida su misión, al quedar Hércules
prendado de un sitio tan fértil y rico, fundó una ciudad junto al río como
señal de su paso por el lugar.
Emperadores hispanos
Además de sus recursos humanos y naturales, Hispania
aportó a la historia de Roma, entre otros personajes, a dos de sus emperadores,
Trajano y Adriano.
Marco Ulpio Trajano (Itálica, 52 – Selino, Cilicia, 117), tras estar
destinado diez años en el Rin y Siria como tribuno60 militar, en el año 91 fue nombrado cónsul64 y como tal gobernó en la Alta Germania. En el
año 97, Marco Coceyo Nerva, emperador entre el 96 y el 98, lo adoptó como
heredero y sucesor, accediendo al trono imperial el 27 de enero del 98. Ya como
emperador, en el año 101 emprende una guerra contra Dacia que se alargará hasta
el 106 y que culminará con este país conquistado y convertido en una provincia
romana. En conmemoración de este hecho, se erigió en Roma, y aún se conserva,
la Columna de Trajano.
Publio Elio Adriano (Itálica, 76 – Baia, 138) sucedió en el trono
imperial a Trajano, quien lo había adoptado como sucesor, en el año 117. Como
emperador, construyó, en el 131, una ciudad romana con el nombre de Aelia
Capitolina sobre las ruinas de Jerusalén, destruida tras la primera guerra
entre los romanos y los judíos, desarrollada entre los años 66 y 73. El que los
romanos mostrasen su intención de levantar en su sagrada ciudad un templo al
dios Júpiter ocasionó una revuelta de los judíos que desembocó en la segunda
guerra judeo-romana (para algunos autores, la tercera) que terminó con la
derrota de los israelitas, a costa de un gran número de bajas para los romanos
y centenares de miles de muertos y esclavos para los judíos, en el año 117.
A Adriano se debe la promulgación del edictum perpetuum, una recopilación de todos los edictos
anteriores. Finalmente, cabe decir que el mausoleo que para sí construyó se ha
conservado hasta hoy como el Castillo de Sant’Angelo.
EN VERTICAL SOBRE CASA DEL SIGMA SIGLO III
El emblema del mosaico de los Pájaros
constituye la imagen más popular de La Encarnación. Representa a dos pájaros
coloridos “dándose el pico” sobre un vaso en forma de crátera de la que fluye
el agua. A ambos lados aparecen unas flores que completan una escena de
fertilidad y exaltación amorosa en la evocación de un jardín, donde la obra
humana usa y organiza a la Naturaleza de manera armoniosa para su goce sensual.
La Casa
del Sigma se levantó sobre parte del espacio que habían ocupado
varias casas del siglo I, de las que se han conservado algunos de sus muros. De
ella, podemos destacar dos elementos: el patio y, sobre todo, el cenatio (Este tipo de comedor
es producto del Imperio Romano Tardío (305 -425) que sustituyó al rectangular
triclinium, propio del Alto Imperio Romano (27 a.C. - 305 d.C.), construido
como una gran sala rectangular con un ábside en uno de sus
laterales de menor longitud. Ésta es la pieza central de los actuales restos y
la que le ha dado nombre, ya que en él hay un stibadium
o banco semicircular de ladrillo, también llamado sigma por su forma, y que era utilizado por los
comensales para recostarse alrededor de la mensa, o mesa
semicircular. Por la parte exterior del lateral corto situado enfrente del
ábside, se encuentra el patio de la vivienda, procedente de la reforma de otros
más antiguos. . El
pavimento del sector excavado de la casa era de ladrillo reutilizado. Se trata
de la última casa de la época tardo-antigua activa en La Encarnación,
abandonándose hacia el 520
El pavimento del patio está realizado con figlinum, a diferencia del que tiene el cenatio, a base de ladrillos. En medio de éste último
hay una serie de grandes sillares que parecen proceder de una posterior
transformación del edificio para su uso en actividades artesanales, algo de lo
que no se puede conocer demasiado debido al concienzudo expolio llevado a cabo
en el edificio tras su abandono. Sí es de destacar que estos sillares pueden
proceder de la muralla construida durante el siglo I, por lo que Sevilla debió
experimentar una reducción de sus fortificaciones, cuando no de su tamaño en
general. Cuando en el año 583 Hermenegildo, hijo mayor del rey godo Leovigildo,
perdió Sevilla frente a los ataques de su padre, debió ser luchando tras otra
muralla, encontrándose para entonces esta zona, una vez más, despoblada.
La
Factoría de Salazones Siglo I d. de C., se
corresponden con la primera población de este lugar, sucedida aproximadamente
durante el año 40 d.C., al ampliarse hacia el Norte la Colonia Iulia Romula
Hispalis3. El lugar fue protegido y urbanizado,
construyendo una muralla y dotándolo de calles empedradas, cloacas4 y una perfecta delimitación de sus parcelas. Éstas
fueron utilizadas en su mayor parte para el establecimiento de industrias
artesanales relacionadas con el cercano puerto del río Betis,
el cual corría entonces por donde hoy se encuentra la Plaza del Duque.
Unos
de los conjuntos más llamativos son los de la Factoría de Salazones, de
la cual han quedado las antiguas piletas utilizadas para la maceración del pescado. En dicho proceso, se obtenía el Garum7, un producto muy caro y apreciado por las capas altas de
la sociedad romana, y el allec (hallec, allex, o hallex) un subproducto, más
económico y por tanto popular, obtenido de los residuos sobrantes durante la
elaboración del Garum.
En estos pilones se introducía el pescado en
salmuera, se han encontrado algunos restos de espinas de pescado.
El pescado se guardaba en estos tanques desde
3 semanas hasta 3 meses. Estos tanques también se utilizaban para producir
salsa de pescado a partir de vísceras de determinados peces mezclados con carne
de pescado, estos elementos se batían y posteriormente se filtraba la pasta
para obtener la famosa salsa Garum que se utilizaba como potenciador del sabor
en la cocina romana.
En
la actualidad, y al hallarse las piletas a un nivel inferior al del río
Guadalquivir y llenarse con las aguas de éste, es necesario el uso de bombas
hidráulicas que controlen el nivel de las mismas
A
través del Callejón
Occidental se podía llegar hasta las casas de la Ninfa y de las Yedras, así
como hasta el Hospitium de los Delfines.
En
este lugar, se han podido seguir los cambios experimentados por el suelo y por
los materiales que lo revestían: primero, la piedra; a continuación, el
ladrillo; y finalmente, durante el siglo V, ya sólo tierra sin pavimentar. Las
cloacas que lo recorrían fueron igualmente modificándose, y de la primera y
simple atarjea ( canal pequeño de
mampostería, a nivel del suelo ,que sirve para conducir el agua) se mejoró
hasta otra cañería más ancha y techada mediante una bóveda
de la que se ha conservado un tramo
Para la realización
de esta presentación se han consultado y utilizados textos e imágenes de los
siguientes sitios de Internet.
http://patrimoniumhispalense.com/es/
https://es.m.wikipedia.org/wiki/
https://commons.wikimedia.org/
Museo Arqueológico Antiquarium
Unaventanadesdemadrid/ Lourdes Morales
Farfan
http://www.sevilla.org/urbanismo/
http://culturadesevilla.
http://unpocodesevilla.
http://esasevilla.
Sevillaciudaddeembrujo
http://emanuelangel