El Pabellón de Brasil de la Exposición Iberoamericana de 1929 fue construido
por ese país para la muestra celebrada en Sevilla.
Historia
Brasil fue susceptible de participar después de que en
1922 la exposición dejara de ser hispanoamericana para pasar a ser
Iberoamericana. Sin embargo, en 1924, el embajador español en Río de Janeiro comunicó al
Ministro que Brasil tenía reticencias para participar, debido a que España no
había acudido a los actos conmemorativos de su independencia, porque en Brasil
no se respiraba sentimiento iberoamericano y porque no tenían mucha información
sobre la muestra. Sin embargo, su participación se logró aprovechando su
rivalidad con Argentina, que sí estaría en la muestra, fomentando el prestigio internacional que
trae la exposición y la campaña pro-exposición de la Cámara de Comercio
española en Río de Janeiro. Al final acordaron participar destinando un
presupuesto de 5.000.000 de contos reis y reduciéndolo a 1.250.00, para al
final construir un pabellón provisional.
El arquitecto Pedro Paulo Bernardes Vastos diseña el
pabellón pensando en el barroco brasileño. No existe una arquitectura nacional,
que pueda extraerse de los indígenas del interior, sino que se diseña con
estilo colonial de las ciudades edificadas por los portugueses en la costa a
partir de 1580.
El pabellón expuso diversos sectores productivos de su
país como el café, las maderas, las fibras, el cacao, mobiliario, caucho,
automóviles, perfumería, etcétera. Como curiosidad, se trajo un autobús que fue el
primer automóvil producido íntegramente en el país.
En 1935 se reforma para darle
otros usos y pierde el contenido barroco brasileño,pasando al estilo moderno..
Actualmente pertenece a la Universidad de Sevilla.
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