BAÑOS DE LA REINA MORA:
Recibe su nombre de los "Baños de la Reina
Mora", restos de un "hammam" o baño árabe, que se
conserva en el solar del número 23 de Calle Baños..
.
Los Baños de la Reina Mora son unos baños almohades
del siglo XIII que se encuentran en la Calle Baños de Sevilla. Tras la
reconquista de Sevilla siguieron funcionando
como baños hasta el siglo XVI. Su administración se cedió a principios del
siglo XIV al Cabildo Catedralicio y en 1542 fueron vendidos. En 1551 Antonio
Gerónimo de Montalván y Ana Enríquez cedieron la propiedad para el recogimiento
de mujeres públicas y la comunidad de monjas agustinas, integrándose en
el Convento del Dulce Nombre de Jesús. En 1837 esta comunidad de monjas se unió
a las monjas de San Leandro quedando el convento como casa de vecinos. En 1886
el edificio pasa a ser la Comandancia de Ingenieros. En 1976 se desalojó y
derribó el cuartel, respetándose las estancias del baño principal y aledañas,
que fueron objeto de excavaciones durante la década de 1980. Son titularidad
del Ayuntamiento de Sevilla y en 1996 fueron
declarados Bien de Interés Cultural.
Los Baños de la Reina Mora,
uno de los más grandes conservados de la antigua Al Andalus, se remontan a la
época almohade, cuando la ciudad experimentó una ampliación hacia el norte con
la construcción de un nuevo cinturón de murallas que permitía el desarrollo
urbanístico de estos terrenos. La función de los baños árabes no era
únicamente social, como en tiempos de Roma, sino religiosa. El Islam exige
que los fieles sigan una rutina muy estricta en cuanto a la purificación del
cuerpo antes de entrar en la mezquita, por ello estos edificios se encontraban
normalmente muy cerca de los templos. En los hamman los
musulmanes seguían un ritual que consistía en pasar por diferentes estancias
que, tipológicamente seguían las pautas de las termas romanas: zona de acceso
con vestuarios y letrinas, sala de agua fría, sala de agua templada y por
último la de agua caliente. Sin embargo, los hamman carecían
de piscinas, había una serie de fuentes donde el usuario recogía el agua para
poder asearse. En lo que sí se parecían termas y hamman era en
los conductos subterráneos que caldeaban las salas. Se conserva la
primitiva zona de acceso, una estancia rectangular paralela a la calle donde el
usuario podía desvestirse y utilizar las letrinas. A día de hoy esta sala
conserva dos columnas originales y parte de la bóveda que cubría la zona del
vestuario. En su origen, la estancia estaría dividida en tres espacios
separados por columnas y arquerías, al estilo de algunas estancias del Real
Alcázar, con un espacio central más amplio y dos laterales. Tras la conversión
del edificio en un convento de religiosas agustinas en el siglo XVII, los
antiguos vestuarios se convirtieron en capilla, tapándose la magnífica bóveda
de paños de sebka con yeserías típicamente barrocas con
motivos de la exaltación de la Eucaristía. El paso de los años y el derrumbe de
esta decoración ha permitido descubrir la tracería de ladrillo original. La
siguiente estancia, cubierta con una bóveda de cañón con lucernarios
estrellados era la sala de agua fría. El esquema arquitectónico era mimético al
de la sala anterior, un espacio central más amplio y dos laterales a los que se
accedía atravesando sendas arquerías. En este caso columnas y arcos han
desaparecido pero se conservan los cimientos donde apoyaban las columnas. El
agua para la purificación corría por una serie de fuentes instaladas en las paredes
laterales. Los lucernarios servían, además de para dar luz natural al espacio,
para regular la temperatura ya que se podían abrir o cerrar en función de las
necesidades térmicas.
El último espacio conservado
es la gran sala de agua templada, rodeada por columnas y una
galería perimetral que en el siglo XVII pasó a formar parte del claustro del
convento. Las monjas derribaron la bóveda original para dejar el espacio a
cielo abierto, ampliándolo en el extremo norte a costa de la sala de agua
caliente. Con ello se consiguió un claustro de mayores dimensiones contiguo a
la que sería la iglesia del cenobio, la actual capilla de la Hermandad de la
Vera Cruz, propietaria de una parte de los Baños hasta hace poco. En el extremo
norte del patio se conserva una pequeña galería con varias hornacinas donde se
situaban fuentes. Este espacio estuvo cerrado en su día con un muro que daba a
la sala templada y tenía la función de sala de agua caliente. En realidad se
trataba de una especie de sauna donde los usuarios lanzaban al suelo el agua
que manaba de las fuentes. El contacto del agua con el suelo caliente por las
conducciones subterráneas que comunicaban con las calderas hacía que se
evaporara generando una sensación similar a los baños turcos
Los Baños de la Reina Mora, anexos a la Capilla del Dulce
Nombre de Jesús, de la Hermandad de la Vera Cruz,
pasarán a ser propiedad de la Ciudad por 380.475
euros que pagarán las arcas públicas por ellos, poniendo fin al
proceso de expropiación que inició el Ayuntemiento en 2011 y posibilitando que
este espacio histórico se abra al público tras las
obras pertinentes.
El Consejo de la Gerencia llegó a un acuerdo con la intercomunidad de propietarios del
edificio Jesús de la Vera-Cruz, que está situado en la calle Miguel del Cid 14
y 16, y Jesús de la Vera Cruz 27 y 29, y que es propietaria del 91,1% de la
parcela en marzo de 2013. Pero la Hermandad de la Vera
Cruz, propietaria del 8,9% restante, no estuvo de acuerdo con el
precio ofrecido entonces por Urbanismo, por lo que ha sido la comisión
provincial de valoraciones la que ha determinado recientemente el justiprecio que debe pagar la administración.
Entre los bienes y derechos afectados por el monumento
almohade hay otra pequeña parcela, de 39 metros cuadrados,
situada en la calle Baños número 3, que inicialmente se adscribió a la
intercomunidad de vecinos pero que, al parecer, es propiedad del Ayuntamiento,
quien está realizando las investigaciones
oportunas a fin de demostrarlo. En cualquier caso, y para no
ralentizar más el proceso, Urbanismo ha reservado 43.499 euros
para pagar el justiprecio establecido.
Fuente: Cultura Sevilla y
ABC Sevilla
No hay comentarios:
Publicar un comentario