viernes, 10 de agosto de 2018

SEVILLA, LA BOHEMIA QUE ENAMORA " Embrujo 17"


LOS CAÑOS DE CARMONA:
Construido en ladrillo como material principal, los Caños de Carmona fueron el principal suministro de agua potable a Sevilla desde sus orígenes romanos según los restos hallados en las exploraciones realizadas en los túneles de Alcalá de Guadaíra.
En el siglo XII se encontraron varios restos del acueducto: los cimientos de los pilares y restos de la acequia. El emir almohade Abu Yusuf Yaqub mandó edificar el nuevo acueducto aprovechando el mismo recorrido que el primitivo romano. En 1172 se inaugura, con gran regocijo, la nueva traída de aguas, que implicaba el acueducto y un gran aljibe en el centro de la ciudad, desde donde se repartía el agua a las fuentes públicas, palacios, baños y algunas casas privadas. También sirvió para regar las huertas del palacio de la Buhaira.
El acueducto se abastecía del manantial de Santa Lucía, ubicado en el municipio de Alcalá de Guadaíra, donde los caños pasaban atravesando largos túneles subterráneos y bóvedas excavadas en la roca o fabricadas de ladrillos (algunos de ellos con un peso de seis kilos), a lo largo de los cuales habían accesos hasta la superficie para ventilar la conducción y permitir entrar y salir a los obreros que lo mantenían, contándose en esta zona alrededor de veinte accesos.
El acueducto terminaba en la Puerta Carmona , continuando dentro de la ciudad hasta un gran depósito desde el que se distribuían las aguas hacia las diversas fuentes de la ciudad, siendo disfrutada principalmente por la aristocracia, instituciones religiosas, la Casa Pilatos las Huertas del Rey y los Reales Alcázares
La demolición
Desde finales del siglo XIX los vecinos de la Puerta de Carmona y del barrio de La Calzada se quejaban al Ayuntamiento de la peligrosidad del tramo último de los Caños, pues sus arcos servían de refugio a inmigrantes, desahuciados sin hogar y también a delincuentes.
Los problemas de salubridad y convivencia social, unidos a los planes de ensanche de las rondas de la ciudad, hicieron que el Consistorio consultara a la Comisión de Monumentos de la administración central. Madrid aprobó el plan, respondiendo que el acueducto “es obra vulgar, sin rasgos artísticos, desprovisto de interés arqueológico“. De nada sirvió la defensa que hizo el arqueólogo sevillano José Gestoso. La demolición se inició el 26 de enero de 1912, y aunque duró varios meses, no fué completa; en 1959 se derribaron los últimos tramos al edificarse los barrios de La Candelaria y Los Pajaritos.
Sólo han quedado tres pequeños tramos a lo largo de la vía que ocupaba. El primero cerca de la intersección de la Avenida de Andalucía con la Ronda del Tamarguillo en la baririada de Los Pajaritos. El segundo está en la calle Luis Montoto, en la esquina con Jiménez Aranda. El tercer tramo, también en la calle Luis Montoto,apareció en 1990, con las obras previas a la Expo 92. Al desmontar el puente que salvaba las vías del ferrocarril apareció el acueducto, enterrado en el talud de subida del puente. Actualmente se ve en el centro de la calzada, junto a la intersección de la calle Amador de los Ríos.
 Fuente: Sevillapedia.



































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