ALMACENES EL AGUILA.
El edificio, que se sitúa en la esquina formada por las calles Sierpes y Jovellanos, por tanto en la zona comercial de referencia en Sevilla, se construye desde el chaflán, llevando a él el acceso principal del comercio, los balcones que se repetirán con variaciones a uno y otro lado o el remate en el que figura la fecha de inauguración del edificio. Fue diseñado por José Gomez Millán en 1909, y aunque este fechado en su chaflán en 1910, se finaliza en 1912. En 1975 sufre su última gran reforma para convertirlo en el Banco Industrial del Mediterráneo.
Sobre el clasicismo de la fachada se superpone una singular ornamentación modernista a base de elementos vegetales y trazados geométricos, curvos o rectilíneos, realizados en la misma fábrica entre los que aparecen motivos que evocan elementos náuticos (timones o la rosa de los vientos) y en elementos de forja que ocupan, además de la rejería de los balcones, los remates de la fachada. Aún mantiene los pilares de forja de sus escaparates. Un curioso detalle de este edificio son sus águilas de forja, que se sitúan en la azotea, con las alas abiertas como si fueran a emprender el vuelo. Sin duda uno de los edificios más originales del modernismo sevillano.
El edificio, que se sitúa en la esquina formada por las calles Sierpes y Jovellanos, por tanto en la zona comercial de referencia en Sevilla, se construye desde el chaflán, llevando a él el acceso principal del comercio, los balcones que se repetirán con variaciones a uno y otro lado o el remate en el que figura la fecha de inauguración del edificio. Fue diseñado por José Gomez Millán en 1909, y aunque este fechado en su chaflán en 1910, se finaliza en 1912. En 1975 sufre su última gran reforma para convertirlo en el Banco Industrial del Mediterráneo.
Sobre el clasicismo de la fachada se superpone una singular ornamentación modernista a base de elementos vegetales y trazados geométricos, curvos o rectilíneos, realizados en la misma fábrica entre los que aparecen motivos que evocan elementos náuticos (timones o la rosa de los vientos) y en elementos de forja que ocupan, además de la rejería de los balcones, los remates de la fachada. Aún mantiene los pilares de forja de sus escaparates. Un curioso detalle de este edificio son sus águilas de forja, que se sitúan en la azotea, con las alas abiertas como si fueran a emprender el vuelo. Sin duda uno de los edificios más originales del modernismo sevillano.
Fue el primero en Sevilla en tener entre sus servicios para
cuidar a su clientela contar con un ascensor público, algo revolucionario en
sus tiempos .-
ALMACENES PEDRO ROLDAN:
Edificio Pedro Roldán se encuentra situado en la Plaza de Jesús de la Pasión de Sevilla, en pleno centro del
Casco Histórico de la ciudad; una obra realizada según el proyecto de 1925 de José Espiau Muñoz, uno de los grandes arquitectos sevillanos de
principios del siglo XX.
Se trata de un edificio de uso comercial de cuatro plantas de altura más un
mirador en la esquina, diseñado para la firma de tejidos Pedro Roldán. En él se
mezclan la tecnología del hierro de su estructura con la estética del gótico italiano y los
tintes del regionalismo sevillano en el exterior.
Perteneciente al denominado Estilo Regionalista, ésta es una de
las obras más llamativas de su autor, que aprovecha la ubicación del edificio
para hacer alarde de su enorme capacidad creativa. Su posición en esquina se
hace resaltar con la ubicación en ella de una importante cúpula apuntada
revestida de azulejos azules, azulejos que se distribuyen además por otras
distintas partes de las fachadas, dando lugar a una vistosa combinación
cromática, junto con el empleo del ladrillo rojo.
Elementos también destacados son sus amplios ventanales, partidos por
columnas de fuste helicoidal, que soportan arcos conopiales de trazado mixtilíneo. La
composición de estos ventanales recuerdan a la creación de las loggias renacentista sitalianas, galerías que se abren al
exterior mediante una delicada arcada en fachada.
La ligereza de sus balaustradas y la esbeltez de sus altos pináculospiramidales sobre
esferas, ayudan a reforzar la verticalidad de la imagen de este singular
edificio; esbeltez que queda enfatizada por las columnas cilíndricas de
ladrillo con capiteles jónicos que se alzan en la esquina, en su
planta principal, arrancando desde parejas de ménsulas, al igual que las pilastras del resto
de las fachadas.
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